Difícil no decir nada sobre la foto en portada del periódico El Nuevo Día este miércoles. En ella se veía al alcalde ibaguereño Andrés Fabián Hurtado, exponer abiertamente su voto en la consulta de Equipo Por Colombia, específicamente por el candidato Federico “Fico” Gutiérrez, quien resultó ganador por encima de David Barguil, Enrique Peñalosa, Alejandro Char, y Aydee Lizarazo.
No sorprende que el ingeniero Hurtado haya mostrado su voto a sabiendas de que tenía los ojos de la prensa y de los jurados encima, pues minutos después de hacerlo y de abrir formalmente como primera autoridad del municipio las elecciones, afirmó en dos ocasiones a medios de comunicación distintos, haber participado en la consulta Equipo por Colombia, mencionando textualmente: “yo me identi…fico”, para cantar su voto, cuando ni siquiera le habían preguntado sobre eso.
Lo cierto es que lo dicho por Hurtado, aunque parezca un lapsus o una torpeza, al parecer hace parte de una estrategia de marcar territorio con un muy posible próximo presidente, pero también desligarse del Barretismo que obedeció a la disciplina de partido y votó por Barguil. Hurtado le ha apostado a “Fico” a través de su hermana Carolina y de su esposa Leidy quienes lo acompañaron en tarima cuando vino a Ibagué, y proclamaron que el “Hurtadismo” estaba comprometido con esa causa, pero también lo han hecho en reuniones que, desde este autodenominado nuevo movimiento político, se promovieron en favor del quemado ex candidato a la Cámara Jaime Yepes, y del relecto Senador Miguel Barreto, yendo en contravía de la aspiración y directrices del exgobernador del Tolima.
Medios nacionales pusieron la lupa en esta polémica y de hecho entrevistaron al alcalde Hurtado, quien, para continuar la polémica, usó otro término con la palabra “fico” para decir puntualmente “Yo me rati…fico” ante la risa atónita del periodista Néstor Morales de Blu Radio.
Se habla de una investigación de la Procuraduría frente a este tema, pero es probable que nada pase, como ocurrió con la preclusión del caso de los denominados piques ilegales. Lo cierto es que, desde el punto de vista ético, deja mucho que desear el comportamiento del alcalde de Ibagué. Es poco inteligente, provocador, inmaduro, y hasta permite pensar que el alcalde definitivamente gusta de vivir inmerso en polémicas. Ahí sí como dirían los muchachos hoy en día: Qué necesidad…