La vida esta llena de muchas sorpresas, lo que algunos expertos llaman imprevistos, para algunos estamos preparados, para otros no, esta pandemia tal vez ha sido el mayor imprevisto de la humanidad, es por ello que en público todo debe tener planeación, financiación y planes de acción. Sin embargo en esta oportunidad los gobiernos que recién empezaban sus mandatos acudieron a asumir este enorme imprevisto para lo cual ningún experto, ningún sabio, ningún ser humano estaba preparado. Nos vimos abocados a hablar de muertes, de confinamientos, de formas de trasmisión del virus, a quienes nos arriesgábamos a salir al mundo exterior, nos apartamos de nuestros hijos y padres, otros simplemente encerrados, llevaban la carga emocional de las noticias de los medios con tristeza. Había una que otra expectativa ante esta tragedia. Nuestros niños, niñas y jóvenes están perdiendo tal vez la etapa mas bonita de nuestras vidas que es la vida del colegio y la universidad. En fin... son tantos temas, tantos cambios.
Una mirada que pocas veces nos detenemos a dar es sobre el personal de salud, seres humanos como nosotros, con hijos y padres, con angustias y miedos, pero con la vocación intacta para atender cualquier necesidad, cualquier problema, cualquier imprevisto, ellos héroes y victimas de un sistema con muchos problemas estructurales de la política de salud en nuestro país, pero que, nos enseñan con su entrega y sacrificio, con su amor por lo que hacen, por su entrega absoluta al servicio de los demás.
Celebro la sabia decisión de adaptabilidad a las circunstancias por parte del señor gobernador, él quien ha sufrido las afujías y avatares del sistema con su esposa paciente renal, asumió la pandemia como un gran reto y decididamente se dedico a dar continuidad y fortalecer un ambicioso plan de fortalecimiento de la red de salud en el departamento, invirtió recursos históricos y ha puesto un punto de referencia muy alto, en el Hospital Federico Lleras, con la participación por supuesto de un gran equipo de trabajo encabezado por el gerente, sus directivas y todo el personal de este gran hospital de todos, lo propio hizo el alcalde quien desplego planes de atención en salud, adapto el hospital mental y ha medido con tino el proceso de reactivación.
El personal de salud son héroes de corazón y amor, héroes por convicción entregados a los demás, con el mas alto nivel de empatía, sensibilidad y compresión de una circunstancia a la cual todos le tenemos miedo, ellos no, o tal vez sí, pero la enfrentan por cuidarnos y salvarnos a costa de su propia vida. A ellos mi admiración, respeto y aprecio, batallaremos por seguir mejorando el sistema perverso, para que pase de ser un negocio a un derecho universal eficiente y humano.
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