Museo Panóptico: de la privación de la libertad a la promoción de la cultura

Columnista

Invitado

Claudia Andrea Aristizábal nos cuenta con esta crónica la historia del Museo Panóptico de Ibagué, lugar emblemático y cultural de la ciudad.

En cada rincón del Museo Panóptico de Ibagué se respira historia y cultura, esta edificación es una enorme cápsula que tiene la capacidad de llevar a quienes la visitamos a través de una línea en el tiempo que, por medio de hechos históricos, dan cuenta de la construcción de la idiosincrasia tolimense.

Los muros que conforman esta imponente estructura han sido testigos de la transición de más de 180 celdas que pasaron de albergar, cada una, más de 10 personas privadas de la libertad para convertirse en espacios lúdicos que condensan las tradiciones de cada uno de los 47 municipios del territorio tolimense.

Este edificio Panóptico, cuya historia ha sido poco explorada, data desde el siglo XIX. María José Escárraga, arquitecta y mediadora del complejo cultural, fue quien me guió en este recorrido. Me explicó que la construcción de este inició en 1892 pensado como una penitenciaría y abrió sus puertas en 1905.

“Esto se dio al final de la Guerra de los Mil Días, entonces las personas que vienen a habitar este edificio son liberales y rebeldes. Con los años se convierte en una penitenciaría a nivel nacional que acogió a personas que cometieron diversos tipos de delitos”, relató María José.

Este complejo fue clausurado tras 98 años de uso carcelario por su ubicación en el casco urbano de la capital tolimense y por la flagrante vulneración de los Derechos Humanos ante las condiciones violentas urbanas y por cuenta del hacinamiento en las celdas.

María José recuerda que la liberación de este espacio el Parlamento Andino le otorgó a Ibagué el título de capital andina de los Derechos Humanos. Tras ello, se empezó a forjar el proyecto para convertir este espacio en un escenario de cultura y educación con el fin de dejar atrás esa estela de violencia.

“Se tiene muchas ideas al principio, de si será un museo de Derechos Humanos o un museo de la prisión, pero después se hace un estudio de las necesidades de Ibagué y se identifica que hay poco sentido de pertenencia, poco amor por el territorio, entonces se decide que el contenido del museo va a resaltar y a cubrir esa necesidad”, mencionó.

Y es que, tal y como lo relatan sus guías, recorrer el Museo Panóptico de Ibagué es recorrer el departamento del Tolima. Encontré en un mismo lugar muestras culturales, personajes históricos, explicaciones sobre nuestras tradiciones, relatos, entre otros elementos que me hinchan el corazón como tolimense de adopción.

Es tal el poder transformador de este proyecto que María José, con ánimo y un brillo en sus ojos único, trae a la conversación recuerdos de personas que en el pasado estuvo como prisionera en este recinto cuando operaba la cárcel y al ver la evolución del espacio se emociona hasta las lágrimas.

Con convicción considero que este es uno de los elementos más trascendentales del Museo Panóptico, esa retribución histórica y al entramado cultural de la ciudad.

Pese a la transición, este proyecto conserva algunos murales, el antiguo comedor y escaleras, así como la celda testimonial que sin duda es una de los mayores atractivos entre nosotros los visitantes porque da cuenta de las condiciones de vida en este lugar de los privados de la libertad. Aquí se percibe la cama, mobiliario y hasta recortes de periódico de la época.

Esta es una experiencia única e infaltable que todos los tolimenses, así como los visitantes a la región deben disfrutar, no obstante, una cosa es contarla y otra más fascinante aún vivirla, el Museo Panóptico abre al público de lunes a viernes entre las 2:00 y las 5:00 de la tarde. Es momento de vivir, conocer y experimental la historia del Tolima, la historia de esta región.

Por: Claudia Andrea Aristizabal, Gerente RCN Radio Regional Tolima