Juan Camilo Franco Perdomo
Juan Camilo Franco Perdomo - RCN Radio
Alerta Tolima
5 Jul 2022 10:19 AM

Otro viaje en medio de pandemia

Columnista
Invitado
La pandemia por Covid-10 tuvo varios impactos a nivel mundial, y luego de dos años, la sociedad vuelve a la normalidad. Por Juan C. Franco P

En el 2020 la Organización Mundial de la Salud confirmó que había pandemia por el virus del Covid-19. Cada país tomó las medidas pertinentes para el aislamiento, con el fin de minimizar los contagios y las víctimas mortales.

Fabio Ávila, de 87 años, seguía con diariamente los reportes noticiosos que mostraban, con preocupación, el incremento de la cifra de fallecidos en Colombia. Se había vuelto casi que un ritual, el seguir los reportes a la hora del almuerzo. Al ser catalogado según el Ministerio de Salud como alguien de “alto riesgo de contagio” por su edad y su EPOC (Enfermedad pulmonar obstructiva crónica), había tomado todas las precauciones necesarias para evitar ser una cifra más en el número de decesos que cada día seguía en aumento.

Por su parte, su hija Fabiola, y su esposa Nancy, hicieron lo propio, y si tenían que salir, realizaban los procesos de desinfección necesarios, con el fin de evitar al máximo el contagio de un virus, que cada día parecía ser más letal.

Los primeros meses de pandemia fueron aceptables para la mayoría de los colombianos. Sin embargo, en muchos hogares el dinero empezó a escasear, y esto hizo casi obligado que la gente saliera a las calles, con un tapabocas como medida de seguridad, para rebuscarse lo del diario.

Esta situación hizo que las cifras de contagios aumentaran drásticamente y, sumado a que el virus evolucionaba en múltiples variantes, todo parecía indicar que contraer el Covid-19 era sólo cuestión de tiempo.

Llegado el momento, y sin habérselo planteado, Fabio tuvo que realizar un viaje en medio de la pandemia, uno que no era como los paseos de olla de algunos servidores públicos que violaron la cuarentena, o de otros que buscaban un momento de esparcimiento fuera de sus hogares. A inicios de 2021 el respirar se volvió más pesado, y el aparente resfriado de año nuevo se volvió más preocupante, hasta el punto de tener que planear “un paseo” a las urgencias de la clínica Tolima.

En algo que nadie termina por comprender, y meses antes de empezar el proceso de vacunación, Fabio se contagió por Covid-19, virus que también adquirieron su esposa y su hija. Es un misterio como lo contrajeron, teniendo en cuenta que las dos mujeres de la casa salían para realizar lo estrictamente necesario.

En un inicio Fabio no quería salir. Le aterraba la idea y los cientos de testimonios de tantas personas que eran hospitalizadas, y emprendían un viaje sin retorno. Él no quería eso, por eso se cuidaba en lo posible. Sin embargo, ahí estaba, con oxígeno y a la espera de los resultados, que confirmarían que tenía un virus que, junto al EPOC que ya tenía, estaba acabando poco a poco con sus pulmones.

A medida que bajaba la saturación de oxígeno en la sangre, la necesidad de internar a Fabio en una Unidad de Cuidados Intensivos cada día era la opción más viable, excepto para él. Sus hijos intentaban convencerlo de que era algo importante, pero la idea en la cabeza de que no podría regresar, le aterraba. Finalmente, cedió a las peticiones, y a los medicamentos que lo sedarían para un tratamiento que buscaba que no pasara penas.

El calvario para su familia, en espacial para Fabiola y Nancy, acaba de comenzar. Cada día que pasaba recibían un reporte diario, breve, que dañaba su hora de almuerzo. Las palabras del médico se limitaban a decir que don Fabio se encontraba estable, albergando así una leve esperanza. Pero el 13 de enero, a las 11 de la noche, recibieron la llamada que menos deseaban. Don Fabio, había fallecido.

En pocas horas, el seguro exequial se encargó del trámite. Por motivos de pandemia por Covid-19, los velorios y misas estaban prohibidos. El cuerpo sería incinerado, y así, el único acompañamiento a su último punto de partida al más allá, sería una caravana desde la Clínica Ibagué hasta el Parque Cementerio Los Olivos.

No fue posible una última vista, un último adiós. Solo las lágrimas y el lamento por la pérdida, y una puerta que prohibía pasar más allá, impidiendo acompañar el cuerpo antes de ser cremado. Situación frustrante, y mucho más cuando días después, por Covid-19 falleció Carlos Holmes Trujillo, quien no tuvo que ser cremado inmediatamente, y pudo ser llorado por los suyos sin afanes y con todos los honores.