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Recibir un país con un déficit de 25 billones de pesos en el presupuesto de 2019 no es fácil. Más aún, cuando programas sociales del Estado como familias en acción y el subsidio al adulto mayor se encuentran abandonados, la salud está en una situación crítica y en educación no se ha podido avanzar en temas fundamentales como la Jornada Única. Eso sí, haciendo claridad en que ¡Todos son problemas heredados!

Si bien es cierto, los recursos se necesitan, el Ministro de Hacienda deberá encontrar opciones distintas, por cuanto para el Centro Democrático hay un límite: subir impuestos. ¿Y por qué este es el límite? Porque hay un mandato popular que nos dio la ciudadanía en las pasadas elecciones en tal sentido.

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En el Parque de los Presidentes de Chaparral, la Plaza Rojas Pinilla en Melgar, el Parque Principal de El Líbano, el Parque Centenario en Ibagué, así como en el Restaurante La Parrilla de Marcos de la misma capital tolimense, se escucharon más que aplausos, ovaciones, cuando se exponía la propuesta de ‘bajar impuestos, subir salarios’.

El pueblo colombiano viene muy golpeado por cuenta de la asfixia tributaria que ha padecido en los últimos años. Ahora uno que otro se va lanza en ristre contra el gobierno por cuenta de la Ley de Financiamiento, pero que no vayan a creer que con eso nos vamos a olvidar que nos ‘clavaron’ una reforma tributaria que incluía un aumento del IVA del 16 al 19%.

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Acá la gran diferencia es que el Congreso volvió a tener voz, y no me refiero a la oposición, sino a todo el Congreso.

Qué importante es para los contribuyentes que desde el mismo partido de gobierno se le puedan hacer sugerencias al Ministro de Hacienda, con respeto, pero con autoridad moral para hacerlas.

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Eso es lo que necesitaba el país. Un Presidente que ha tenido la responsabilidad de nombrar un gabinete técnico, que arrancó tomando decisiones austeras, y que cree en la independencia de poderes como el camino correcto para recuperar el rumbo.

¿Cual es la solución? Esa es la que tenemos que construir. Sin necesidad de afectar la canasta familiar con el IVA, o a los pensionados gravándoles su ingreso, pero sí sabiendo que el país necesita un ajuste fiscal. Tampoco es que tengamos que llegar al extremo de bajar todos los impuestos, pero por lo menos, que aquellos que no se puedan bajar, tampoco se suban.

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Termino haciéndole un reconocimiento al presidente Iván Duque, quien una vez más evidencia su talante cuando con humildad manifiesta: “nosotros no pretendemos llegar a imponer criterios, pero la invitación es a todos los colombianos, no solamente nos opongamos, si tenemos reparos, construyamos entre todos esta realidad”. El mensaje es claro, esta propuesta está abierta a la discusión y el reto es construir alternativas que permitan conseguir los recursos que se necesitan sin ir en perjuicio de los colombianos.

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Saque de Banda:

En un trino esta semana hice alusión a la necesidad de atacar la evasión y el contrabando. La discusión arranca el martes. Bienvenido el debate propositivo.

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