A las instalaciones del Hospital Federico Lleras Acosta llegó la madrugada del pasado jueves un bebé de 22 meses de nacido, sexo masculino, remitido del municipio de Planadas sur del Tolima, con graves signos de violencia y maltrato físico.
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El pequeño, de iniciales C.F.M. ingresó al centro asistencial en compañía de su madre biológica y un hombre que dijo ser el padre pero que extrañamente no le ha dado el apellido o no lo ha reconocido legalmente.
Según la valoración inicial el niño presentaba morados, contusiones, herida en el labio y un fuerte golpe en la cabeza que ameritó no solo una intervención quirúrgica sino también su reclusión en la Unidad de Cuidados Intensivos.
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La explicación que dio la progenitora a los médicos es que el pequeño se estrelló con la hermanita de 3 años y medio. Pero esa versión no la creen los profesionales que atendieron al infante.
Además, la víctima presentó plaquetas en su boca y fiebre alta, entre otros signos de abandono y mal trato.
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La mamá, de 18 años, dijo que desde hace 4 años convivía con su pareja pero que hace pocos meses se separó de él. Es una muy confusa versión la que entrega la señora.
Todos estos elementos llevaron a los funcionarios que conocieron el caso a ponerlo en conocimiento de la Policía y del ICBF.
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En los últimos meses se han vuelto frecuentes en el Tolima los episodios de vejámenes, abusos y malos tratos de niños de pocos meses de nacidos, un fenómeno que urge de políticas públicas por parte de las autoridades para garantizar la vida y los derechos de los infantes.
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