Por: Senador Miguel Angel Barreto
Una de las características por la cual nos identifican en otros departamentos, incluso en comunidades internacionales, es por la desunión. Como tolimenses cargamos con la impronta del individualismo y la indiferencia entre nosotros mismos. Entre las críticas está que no sabemos cómo explotar nuestros talentos y riquezas culturales.
La cuestión es por qué nos cuesta tanto trabajo surgir en términos de desarrollo social y productivo, trabajar en equipo y ponernos de acuerdo en procesos estratégicos. No resulta lógico que nuestros potenciales de talento humano, sociales, ambientales, productivos e intelectuales se vean socavados por la mezquindad de unos pocos.
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En mi recorrido por el Tolima e Ibagué, como servidor y actor político, sí es muy notorio que los intereses de algunos buscan sobresalir por encima del bien común. Ese chip tenemos que cambiarlo si queremos avanzar como región y ser protagonistas de un país que aún le falta mucho para constituirse en una democracia verdaderamente incluyente y autónoma desde sus regiones.
Una frase que es atribuida a Álvaro Gómez Hurtado (q.e.p.d.) nos invita a “ponernos de acuerdo en lo fundamental”. Efectivamente la historia de nuestro Departamento se construye verdaderamente cuando el trinomio Empresa – Academia – Sector público, trabaje unido y con base en una visión y lineamientos definidos en el tiempo en materia de empleo, incorporación de nuevos segmentos productivos, competitividad, resultados, seguridad jurídica e inversionista, protección agrícola, educación para la generación de trabajo, descentralización, seguridad y una lucha frontal contra la pobreza extrema.
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Sin duda, el escenario electoral de 2019 da la posibilidad de escucharnos y entendernos con base en alternativas y propuestas en donde prime el bien general sobre el particular y en el que los aspectos ideológicos pasen por el filtro de la realidad, la razón y las acciones como sociedad. En otras palabras, busquemos lo que nos une, las alianzas políticas tienen que estar plenamente integradas con las apuestas del sector productivo y con el protagonismo y la participación ciudadana en todos sus ámbitos. Los ‘shows’, los chismes, la polarización, los escándalos, las cortinas de humo, los ‘falsos positivos’ y el odio como armas políticas son nocivas, distorsionan la realidad y siempre buscarán manipular a los ciudadanos.
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Para avanzar verdaderamente se requiere un plan de desarrollo a largo plazo y hablar un solo idioma, así como definir roles puntuales respecto a nuestras apuestas productivas. Nos hemos quedado muchas veces en ideas generales que no concretamos en acciones ni proyectos puntuales. Una visión de región en la que nuestro objetivo primordial sea el Tolima es urgente.
Posdata: Un ejemplo de unión en lo fundamental se puede dar en el ámbito cultural. Nuestra Identidad Regional tiene una rica serie de festivales musicales, que sobreviven con enormes esfuerzos de gestores sociales y que en muchos casos no cuentan con todo el respaldo del sector público.
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Es hora de ir pensando en construir una enorme agenda regional que se pueda difundir y ofertar en el contexto nacional. Y que incluya una programación coordinada y anualizada de los principales eventos musicales (folclóricos, de conservatorios y alternativos), los foros especializados (región de eventos), las rutas turísticas, la gastronomía, el turismo de aventuras y ambiental, entre otros.
En conclusión, nuestra Identidad cultural en completa articulación entre los sectores, público, privado y ciudadano, nos puede generar enormes posibilidades en términos de comercio, inversión y mayor ocupación.
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