La infancia de muchas personas se vio marcada por la historia de ‘El Chavo del 8’ y por el papel que tuvo cada uno de los actores que integró el elenco principal durante muchos años. Toda clase de recuerdos llegan a la mente al nombrar a artistas como Chespirito, Florinda Meza, Maria Antonieta de las Nieves y Ramón Valdés.
Precisamente el actor mexicano Ramón Valdés cumplió este martes 30 años de fallecido tras perder el 9 de agosto de 1988 una batalla contra una fuerte enfermedad.
Frases como “lo malo no es buscar trabajo, sino tener que trabajar” y la eterna deuda con el señor Barriga, son solo algunos de los aspectos por la que los fanáticos lo recordaran por siempre.
¿De qué murió?
A inicios de los años 80 ‘moncho’, como era conocido por su familia fuera de las cámaras, ya alejado de la actuación comenzó a presentar quebrantos en su salud y fue diagnosticado con un cáncer de estómago, producto de su fuerte adicción al tabaco.
Ramón solía fumar hasta en medio de las grabaciones, por lo que en muchas escenas aparece con cigarrillos que iba fumando mientras se grababa el capítulo. Esto le generó la enfermedad que, cuando fue intervenida en 1985, ya se encontraba avanzada y había hecho metástasis en la médula espinal, por lo que durante los siguientes tres años tuvo que vivir manejando este cáncer con cuidados paliativos.
¿Es posible perder peso después de los 50 años?
En 1988, cuando ya Valdés sentía que la enfermedad le ganaba la batalla, ingresó internado a una clínica donde pasó sus últimos días de vida. Algunos medios revelaron que, cuando aún estaba consciente, ‘Don Ramón’ aprovechaba algunos descuidos del personal para prender un cigarrillo y fumar lo que su cuerpo, en medio de fuertes dolores, aún le permitía.
A finales de julio de ese mismo año los dolores se hicieron insoportables en una enfermedad que ya los médicos no podían manejar. Ramón fue sedado como una medida extrema para evitarle mayor sufrimiento, estado en el que estuvo durante dos semanas hasta que el 9 de agosto, a los 64 años, ‘monchito’ partió de la vida terrenal, llevándose consigo la deuda de renta y el cariño de todos sus compañeros de la serie, además de los miles de seguidores que, aún con risa, lo reviven en cada capítulo de ‘Chespirito’.