
De camino a comprar una finca en el Huila los secuestraron y tras operativo fueron liberados por el Gaula
Hasta el municipio de Algeciras, llegaron los integrantes del Gaula Militar de la Novena Brigada y de la Policía Huila, para realizar el rescate de una pareja que había sido secuestrada el pasado 17 de febrero y por quienes exigían 300 millones de pesos para la liberación.
El corone Henry Herrera, comandante de la Novena Brigada indicó que “los delincuentes, utilizando la red social Facebook, publicaron un anuncio ofreciendo en venta una finca ganadera de 235 hectáreas, ubicada en el municipio de Algeciras, Huila, a un precio de 4 millones de pesos negociables o permuta. A través de este medio, los criminales se pusieron en contacto con las víctimas, argumentando motivos económicos”.
Las víctimas un hombre de 49 años y una mujer de 39 años, viajaron desde el Caquetá, llegaron en vehículo al punto acordado con el supuesto vendedor. Allí, dos sujetos les indicaron que debían acompañarlos en moto, ya que no había acceso de carros en la zona.
Se conoció que hacía las 5:00 p.m., uno de los hijos de las víctimas recibió una llamada en la que presuntos integrantes del grupo armado residual Dagoberto Ramos exigían 300 millones de pesos a cambio de la vida de los secuestrados y su posterior liberación.
El coronel Carlos Téllez, comandante de la Policía en el Huila indicó que “Luego de conocerse la situación las unidades del Gaula del Ejército y la Policía, junto con soldados del Batallón de Alta Montaña N.º 9 y el CTI, pusieron en marcha todos los recursos humanos y técnicos para asegurar la pronta liberación de la pareja. Se interceptaron comunicaciones que revelaron que las negociaciones se realizaban desde un centro carcelario y se obtuvieron coordenadas que indicaban la posible ubicación de las víctimas en la zona rural”.
Las investigaciones evidenciaron que, durante la llamada, los delincuentes enviaron dos videos como prueba de vida y un audio en el que una de las víctimas, bajo coacción, pedía a su familiar conseguir la mayor cantidad de dinero posible.
En la zona se desplegaron las unidades militares, que utilizaron medios técnicos para triangular la posible ubicación de las víctimas. Se llevaron a cabo sobrevuelos con drones, los cuales proporcionaron orientación en tiempo real durante la maniobra, y se realizó un registro exhaustivo de la zona.
Los secuestradores, al sentirse presionados, abandonaron a la pareja en una vivienda, esperando que la Fuerza Pública se retirara.
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