Por la grave contaminación ocasionada en el río Magdalena como consecuencia del rápido llenado para la puesta en marcha del embalse el Quimbo, sin haber hecho la debida limpieza de todo el material forestal, la multinacional Emgesa deberá responder y reparar por los daños causados.
El magistrado Ramiro Aponte Pino, del Tribunal Administrativo del Huila, aseguró que Emgesa no garantizó el cumplimiento de las obligaciones impuestas por la licencia ambiental y que sin ningún tipo de justificación la multinacional inició el llenado del embalse sin retirar previamente el material forestal y la biomasa; acelerando injustificadamente una de las etapas cruciales del proyecto.
Asimismo, Aponte Pino aseveró que en dicho actuar fue evidente la falta de control y supervisión por parte de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, tras autorizar el llenado del embalse sin evaluar las circunstancias y sin tener en cuenta de la acción popular presentada en el 2014 por parte de los piscicultores quienes querían evitar el inminente daño ambiental y mortandad de peces que se avecinaba.
Además, el Tribunal Administrativo del Huila reiteró la indebida intromisión del Gobierno Nacional al autorizar la generación de energía eléctrica en El Quimbo, a pesar de un fallo judicial que ordenaba la suspensión de la generación.
Es así como después de seis años, la corporación amparó los derechos colectivos al goce de un ambiente sano y a la salubridad pública, vulnerados por Emgesa y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Aponte Pino manifestó también que, “este reprochable proceder de la concesionaria y la tolerancia inicial de las referidas autoridades nacionales, contribuyeron a que no se extrajeran del vaso del embalse más de 44 mil metros cúbicos de madera y 7.665.50 metros cúbicos de guadua, lo que originó la disminución del nivel de oxígeno y por lo tanto, afectando la calidad del agua del vaso del embalse”.
Así las cosas, dentro de los tres meses siguientes a la ejecutoria de la sentencia, Emgesa diseñará un proyecto que deberá presentar ante la Anla, para la descontaminación que garantice que el agua del embalse no afectará el recurso hídrico y las especies que allí viven.
Cabe destacar que los bajos niveles de oxígeno producto de la descomposición de la biomasa que nunca se retiró del embalse provocaron impactos negativos en la producción de mojarra roja, una de las principales actividades económicas en la zona, razón por la que Emgesa contratará una póliza de seguro.
Cuyas coberturas y monto serán determinados por la Anla con el firme propósito de amparar los perjuicios económicos y ambientales que la operación de la hidroeléctrica pueda generar.