Ahogado a orillas del Río Magdalena en jurisdicción de Villavieja fue encontrado el cuerpo de Yeison Armando Cataño Cachay, el yopaleño de 24 años de edad que el pasado 31 de enero, decidió viajar junto a su esposa al departamento del Huila, para visitar a su familia.
Sobre esta trágica historia se había conocido, que el miércoles primero de febrero el hombre se dispuso junto con su pareja, hija y otros familiares, a trasladarse hasta una finca ubicada en el asentamiento Villa Magdalena en el norte de la ciudad de Neiva.
Allí ingresaron al caudaloso río Magdalena, donde pretendió tomarse una fotografía para recordar su viaje por la región. Fue en ese instante que se lo llevó el agua.
Tatiana quien era su esposa recordó entre lágrimas, “él no se quería bañar porque tenía un tatuaje en el brazo derecho, había sido operado a raíz de una fractura tras un accidente”, pero finalmente, Yeison se metió con la niña y después se la pasó a su cuñado.
Posterior a ello, Cataño Cachay tomó su celular y se fue hacia atrás para sacarse una buena foto y en ese instante que su compañera le advirtió sobre el peligro que corría, se hundió y desapareció.
“Mientras le decía que cuidado, no solo porque tenía un brazo inmovilizado sino por el peligro del caudal del río, se fue desapareciendo. Cuando le estaba diciendo eso, ya se estaba ahogando, solo me miró y la corriente se lo llevó”, dijo su compañera.
Pasaron 73 horas en que sus familiares estuvieron llevando a cabo una ardua búsqueda que tuvo final la noche del domingo. Las autoridades confirmaron el rescate informando que, “la comunidad del sector de la vereda Potosí del municipio de Villavieja, alertó sobre el hallazgo de un cuerpo sin vida de una persona de sexo masculino sobre la rivera del rio Magdalena, y tras la realización de las respectivas coordinaciones, se hizo el acompañamiento con el personal de la Sijin, procediendo con los actos urgentes, donde se pudo establecer que se trataba del cuerpo del señor a quien en vida respondía al nombre de Jeison Armando Cataño Cachay”.
Ahora sus despojos mortales serán trasladados hasta su municipio natal, donde sus seres queridos lo esperan para darle su cristiana sepultura.