Aunque la autoridad ambiental informó que el comportamiento del volcán es estable, mantiene el nivel amarillo debido a los últimos cambios que se han registrado en las últimas semanas, así mismo, la oficina de Gestión del Riego de Desastres de la Gobernación del Huila mantiene un monitoreo constante del comportamiento del volcán.
Según la evaluación entregada por el SGC, el cambio en la actividad volcánica corresponde a 141 eventos sísmicos comprendidas entre las semanas del 14 y 20 de julio del presente año, de los cuales 83 estuvieron relacionados con procesos de fracturamiento de roca (tipo VT) y 58 con la dinámica de fluidos dentro de los conductos volcánicos; de estos últimos, 50 fueron catalogados como eventos de “Largo Periodo”. Fracturamiento tipo Vulcano tectónico (VT), corresponde a movimiento de material fundido que asciende por conductos secundarios y fractura la roca que conforma el edificio volcánico.
Por otro lado, el departamento del Huila presenta una amenaza volcánica, principalmente por emisión de ceniza y fenómenos de tipo lahar (fundición del Hhelo) relacionados a la actividad eruptiva del volcán, donde se tiene como antecedentes los eventos ocurridos en 19 de febrero de 2007, 18 de abril de 2007 y 20 de noviembre de 2008 que por erupciones del volcán se generaron lahares asociados y que afectaron el valle del rio Páez y las poblaciones que se localizan en este cauce.
Además, es importante tener en cuenta una de las emergencias más graves y considerada la segunda más mortífera en la historia del país, cuando aquel 6 de junio de 1994 un sismo produjo múltiples deslizamientos en la parte alta de la cuenca del rio Páez ocasionando una avalancha de gran magnitud y dejando al menos 800 muertos. Teniendo en cuenta lo anterior, la baja desgasificación que se reporta dentro del volcán, hace que aumente la presión en el conducto principal generando la posibilidad de que se presente un evento eruptivo atípico.