Levantamiento de cuerpo
El hombre accionó un arma de fuego contra si mismo.
Luego de la conmoción que causó el suicidio de un vigilante dentro de Interaseo, en las instalaciones de la zona industrial de El Papayo, en las últimas horas se conocieron más detalles del cómo sucedió este fatal hecho que enluta a una familia tolimense.
Leer también: Murió adolescente luego de caer de una moto en Chapetón
El protagonista de esta triste historia fue un hombre de 37 años, identificado como Angélico Aragón Ramírez, que hacía parte de la seguridad de este sector y trabajaba para la empresa Novasep.
Angélico llegó a la empresa de recolectora de residuos sólidos y prestadora de servicio de aseo público a cumplir con su turno, como todos los días, recibiéndole el puesto a su colega que había laborado en las horas de la noche.
Durante varios minutos Aragón Ramírez fue visto cumpliendo sus funciones como si nada fuera de lo común estuviera pasando, sin embargo, de un momento a otro dejó su puesto y se dirigió a uno de los baños, lugar donde desenfundo su arma de dotación, poniéndola a la altura de su cabeza, accionándola y haciendo que un proyectil impactará contra su cráneo y cegara su existencia.
Minutos después de esto, varias personas se percataron de la situación, encontrándose con el terrible hallazgo del cuerpo sin vida del vigilante, dando aviso de inmediato a las autoridades seccionales para que atendieran el caso.
A este punto de la avenida Mirolindo con Calle 69 hizo su arribo personal del Cuadrante 30 del CAI Mirolindo, quienes luego de confirmar la muerte del vigilante dieron paso a los miembros del grupo de criminalística del CTI de la Fiscalía, los cuales adelantaron el levantamiento técnico del cuerpo y su posterior traslado hasta las instalaciones de Medicina Legal.
Además: Cuatro personas murieron en accidentes de tránsito el pasado fin de semana
Aunque por el momento se desconocen las razones que orillaron a Angélico Aragón a tomar esta fatal decisión, esto ya está siendo investigado por los peritos judiciales.
