En el hospital San Francisco de Asís de Quibdó, falleció una menor indígena de 4 años que había sido trasladada hasta el centro asistencial con otros seis niños luego de tomar agua de una quebrada cercana a su resguardo, ubicado al norte de la capital Chocoana.
Luis Ángel Gindramá, líder de Derechos Humanos de la comunidad citará, aseguró que por falta de agua potable y ante la sequía por la temporada de calor de los últimos días, los niños decidieron tomar agua de una quebrada, lo que les produjo vómito y diarrea.
Por ahora se desconoce si la contaminación es por sustancias sintéticas o por factores naturales.
Según explicó Luis Ángel Gindramá: “son comunidades hasta las que no llega agua potable, entonces las familias no tienen cómo acceder al líquido para el consumo. Ellos se abastecen de los pozos o quebradas que encuentran a su paso y es posible que ahí también se bañen sapos y otras especies que pueden afectar a los niños”.
Los seis menores que sobrevivieron, ya fueron dados de alta, pero continúan con síntomas de intoxicación. El líder de la comunidad asegura que no les entregaron medicamentos para su tratamiento y no han hecho seguimiento a los casos, por lo que temen más fallecimientos por deshidratación.
Gindramá aseguró que pese a que le han expuesto constantemente a la Gobernación y a la Alcaldía la situación de abandono en la que permanecen, no han recibido atención por parte de estas instituciones.
El líder indígena denunció que: “estas familias fueron desplazadas desde hace diez años y no han recibido atención de las autoridades. No tiene ni agua, ni suministro eléctrico”.