El patrullero de la Policía Metropolitana de Bogotá, Juan Camilo Lloreda firmó un preacuerdo con la Fiscalía General en el cual acepta y reconoce su participación en los hechos en los que fue agredido el estudiante de Derecho, Javier Ordóñez el pasado 10 de septiembre.
Este martes, en una audiencia que tuvo que ser interrumpida por una falla eléctrica, la Fiscalía General presentó el preacuerdo a que llegó con Ordóñez por los delitos de tortura agravada y homicidio agravado.
Pese a que en la imputación de cargos celebrada en octubre pasado el uniformado se declaró inocente y aseguró que no tenía responsabilidad en los hechos narrados por la Fiscalía General, ahora busca una rebaja en una eventual condena con la firma de este preacuerdo.
Sin embargo, no se ha podido establecer si en la firma de la negociación se comprometió a colaborar con las autoridades para declarar en contra de otros policías por los hechos que rodearon la muerte de Ordóñez.
El ingeniero y estudiante de Derecho fue detenido en la madrugada del 10 de septiembre cuando se encontraba tomando bebidas alcohólicas muy cerca a su casa en la localidad de Engativá.
Tres patrulleros, entre los que se encontraba Lloreda, lo golpearon y le dispararon con una pistola eléctrica. Luego lo montaron a una patrulla al CAI de Villa Luz.
Pocas horas después Ordóñez tuvo que ser trasladado de urgencia a un hospital donde falleció por la gravedad de sus heridad.