Las intensas lluvias que azotaron a Santa Marta durante la noche del sábado y la tarde del domingo han dejado una estela de afectaciones en más de 20 barrios de la ciudad. Las inundaciones han provocado daños en viviendas, enseres domésticos y vías, generando preocupación entre los residentes. Las lluvias también causaron el desbordamiento del río Guachaca y la Quebrada Valencia, cumpliendo así con el pronóstico emitido por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).
Este comportamiento climático inusual se debe a la interacción de diversos sistemas atmosféricos, incluyendo un frente frío proveniente del hemisferio norte y la influencia de la Oscilación de Madden-Julian, además de una vaguada monzónica y variaciones de presión en su fase convectiva.
La Oficina de Gestión del Riesgo y Cambio Climático (Ogricc) reportó que las lluvias alcanzaron los 128 mm (128 l/m2), lo que provocó un notable aumento en los niveles de los ríos que descienden de la Sierra Nevada de Santa Marta, como el Manzanares y el Guachaca, así como la Quebrada Valencia. Esto resultó en desbordamientos e inundaciones por encharcamiento en la capital del Magdalena, creando una situación de emergencia en varias áreas.
Dada la alerta roja emitida por el Ideam por el riesgo de crecientes súbitas, el coronel Karlozt Omaña, director de la Defensa Civil seccional Magdalena, anunció que se llevarán a cabo monitoreos preventivos en los ríos Gaira, Manzanares, Piedras, Guachaca y la Quebrada Valencia.
Con el objetivo de coordinar y gestionar las acciones necesarias para mitigar los riesgos de las fuertes lluvias, la Ogricc ha instalado un Puesto de Mando Unificado (PMU). Este espacio servirá para implementar protocolos de emergencia y asegurar la seguridad de la población ante posibles desastres naturales.
A pesar de las adversas condiciones climáticas, el coronel Omaña destacó que las afectaciones fueron relativamente menores, ya que no se reportaron viviendas colapsadas ni personas heridas. Sin embargo, la situación sigue siendo preocupante en la parte urbana de Santa Marta, donde barrios como Pescaíto, Bastidas, Timayuí, Los Fundadores, Las Malvinas y Gaira sufrieron inundaciones. Los residentes vivieron momentos angustiosos al ver cómo el agua inundaba sus calles y arrastraba sus pertenencias.
Después de algunas horas, el agua comenzó a drenar, y las inundaciones cesaron, permitiendo que la normalidad regresara a estas áreas. No obstante, en la zona de Sabanas de Bonda, varios vehículos quedaron atrapados en el lodazal, dificultando el tránsito. La comunidad ha estado trabajando arduamente con picos y palas para mejorar las condiciones de acceso, pero se requiere la intervención de maquinaria pesada para solucionar el problema de manera efectiva.
Los residentes esperan que la Alcaldía, a través de la Ogricc, brinde el apoyo necesario para llevar a cabo la remoción de sedimentos y restaurar el acceso a la zona. La situación subraya la importancia de estar preparados y contar con estrategias adecuadas para enfrentar los fenómenos climáticos que afectan a la ciudad.
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