“No puedo caminar, me lo ha pedido el médico”, dijo este sábado el papa Francisco a un grupo de peregrinos para explicarles por qué no recorría el aula Paulo VI del Vaticano, donde los recibió en audiencia, para saludarlos.
El papa dijo la semana pasada al diario argentino La Nación que se le había roto un ligamento en la rodilla y que lo estaba tratando con hielo y pastillas para el dolor.
Comentó que le dijeron que el problema pasaría con el tiempo, pero que el proceso de recuperación "es lento a esta edad".
A lo largo de la semana, Francisco pareció tener dificultades para caminar debido al problema, que lo obligó a cancelar algunos eventos en febrero y marzo, aunque semanas atrás pasó dos días de visita en Malta, como lo tenía previsto.
Además, el miércoles pasado se disculpó por permanecer sentado durante su audiencia semanal, y dijo que un dolor de rodilla lo ha obligado a cancelar varios compromisos los últimos días.
"Pido disculpas porque los voy a saludar sentado, esta rodilla no termina de sanar y no puedo permanecer de pie mucho tiempo", declaró el pontífice en la audiencia en la Plaza San Pedro. "Discúlpenme por esto, gracias", agregó el prelado de 85 años a la multitud que lo aplaudió.