En el presente la imagen física ha cobrado importancia hasta tal punto de que existen algunos valores en la sociedad en los cuales se relacionan con la apariencia física y lo que tiene que ver eso incluye el éxito de las personas en diferentes facetas de su vida. El entorno de Ana y Mia incentiva el culto por la delgadez, con continuos mensajes que recuerdan que es posible lucir buena figura.
En realidad, Ana y Mía, como sinónimos de la anorexia y la bulimia, se presentan siempre en calidad de entes exteriores al propio individuo. Ana y Mía se constituyen, por tanto como una suerte de 'diosas' que premian y castigan; y a las que nunca se debe abandonar.
ANA: Anorexia
MIA: Bulimia
Las primeras fases de estos desórdenes alimenticios pueden pasar desapercibidos en el entorno más cercano del afectado. Al igual que ante los ojos de un adolescente, movido por el único deseo de adelgazar, las prácticas recomendadas pueden parecer inocuas. En este sentido, el trastorno de Ana y Mía llega a ser incluso más dañino y avanzar más deprisa que la tradicional anorexia y bulimia, dado que existe un contacto con otras personas que aprueban y retroalimentan al adolescente normalizando la situación.
Las personas que participan de la subcultura Pro-Ana y Mía de Internet quieren adelgazar para ser bellas, y así lo ponen de manifiesto en multitud de ocasiones, bien por medio la exhibición de la propia belleza o de la admiración abierta y declarada por personajes públicos que destacan por su hermosura.
Existen miles de blogs en internet incentivando a los jóvenes a incluirse en esta peligrosa red en los cuales se les enseña detalladamente como llegar a sus objetivos, afortunadamente la mayoría ya han sido dado de baja.
