Muchos son los retos que nacen día a día a través de las redes sociales, algunos son chistosos, otros difíciles, pero muchos peligrosos, debido al sin número de personas que detrás de una pantalla engañan, someten y se aprovechan de los niños que hacen uso de la tecnología sin que sus padres noten algo extraño en ello.
Hace pocos días, se conoció el caso de un niño italiano que se quitó la vida, lanzándose del octavo piso del edificio donde vivía y dejando una carta de despedida, donde se refería al 'Goofy Humano'.
“Lo siento, mamá. Los quiero, pero le tengo miedo al hombre negro de la capucha”, dice la nota, a la que le atribuyen la primera muerte al reto viral ‘Jonathan Galindo’ o del ‘Goofy humano’.
Los padres del menor en entrevista con medios italianos manifestaron que los días previos al doloroso hecho, notaron que su hijo se notaba "preocupado y ansioso" pero no les llamó mucho la atención eso, ya que el pequeño se caracterizaba por ser "Tranquilo y alegre".
Ante este hecho expertos afirman que este reto que surgió en Estados Unidos y llegó hace poco a Europa llamado 'Jonathan Galindo' es igual de famoso y terrorífico al de 'La Ballena Azul' pues tienen la misma mecánica, poner diferentes retos a sus víctimas hasta lograr que acaben con su vida; Todo comienza con una solicitud de amistad por parte de ‘Jonathan Galindo’ en redes sociales populares como Instagram, Facebook o TikTok, donde dicho personaje guía a sus víctimas y comienza por un reto inofensivo, pero cada vez que los chicos van escalando niveles, así mismo, sube la intensidad y el peligro en los niveles, pues cuando se llega al último, las victimas deben acabar con su vida.
Las autoridades a nivel mundial vuelven a prender las alarmas frente a esta clase de retos virales en Internet y piden que padres, profesores y personas que convivan con menores vigilen más el tiempo que pasan en redes sociales y se aseguren de que el contenido que estén consumiendo no sea nocivo para su salud mental o física, pues lo que aparentemente se ve como "inofensivo" en redes, suele ser lo más peligroso para los menores de edad.