El Tolima es un departamento que gran parte de su economía se mueve en el sector agropecuario, desde las grandes plantaciones de arroz, sorgo y algodón de las regiones cálidas de El Espinal, Armero y Mariquita, pasando por los cafetales de Rovira, Valle de San Juan, San Antonio y Planadas y llegando a los cultivos de papa de Roncesvalles.
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Uno de los sectores que hoy en día ha visto completamente alterada su estilo de vida son las veredas de Rovira, que para estas épocas del año está acostumbrada a recibir cientos de recolectores de otras partes del país que vienen a trabajar en la cosecha cafetera. Por las carreteras destapadas que serpentean por las empinadas montañas de la cordillera central se veía desfilar decenas de jeeps y camperos que bajan cargados de café y suben llenos de mercados, pero hoy la situación es muy distinta.
Lo mismo sucedía en el casco urbano, hace unos años en esta época era normal ver las calles del centro de Rovira abarrotadas de personas de todas las edades y los acentos llevando a las espaldas mochilas viajeras y esperando que un “Patrón” los enganche para trabajar en alguna vereda. Las calles, otrora llenas de gente, están vacías, ya no se escucha el hablar de los paisas, los caucanos, huilenses o venezolanos puntos del mundo desde donde venían los recolectores detrás del preciado grano.
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No obstante, con las fronteras del departamento cerradas, se ha tenido que optar por emplear a personas del mismo municipio que adelanten la recolección de la cosecha cafetera, sin embargo, muchos de los propietarios de las fincas se encuentran preocupados, puesto que temen que la mano de obra no se suficiente ni tenga la experiencia adecuada para adelantar este trabajo agrícola.
Dentro de las medidas adoptadas por la administración municipal, y teniendo en cuenta la importancia del sector rural, se empezó con la aplicación del Plan de Abastecimiento por Zonas del Municipio de Rovira, o como se le puede decir popularmente ‘Pico y Vereda’, donde se tiene destinado cada un día especifico de la semana para que los habitantes de las diferentes veredas puedan bajar a el casco urbano a vender sus productos agrícolas y comprar los artículos de primera necesidad y abastecimiento.
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Es de destacar que esto no quiere decir que los campesinos puedan salir masa al pueblo, no, la dinámica que se está usando es que el personal de las empresas de transporte rural son las encargadas de servir como mediadores entre los productores campesinos y los compradores de café, asimismo, con los comerciantes, y así poder intentar llevar una vida lo más normal posible en medio de esta crisis de salud y económica generada por la pandemia.
Sobre la situación de los campesinos en el Tolima, escuchemos la entrevista con la señora Ines Medina, residente de la vereda El Morro:
Habitante del municipio de Rovira