Juan Felipe Arbelaez, Gerente de la Gestora Urbana, ha utilizado todo su poder para quitarle la caseta a una artesana ibaguereña.
María Patricia Guerrero, una mujer de 45 años de edad, madre cabeza de familia y artesana, que se dedica a la confección de ponchos, sombreros, y demás elementos tolimenses, quien además, es dueña de una caseta que está ubicada en la carrera tercera entre calle 13 y 14.
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Años atrás, Patricia Guerrero, realizó la compra de la caseta, así como el pago de la instalación del pequeño local, para poder vender sus artesanías, sin embargo, desde hace unos meses, el Gerente de la Gestora Urbana, Juan Felipe Arbelaez, ha utilizado su cargo para hacer que a señora Patricia, quite su caseta y desocupe el lugar.
El Patrullero de RCN, Radio Uno la de uno 88.3 y La Cariñosa 1420 AM, se reunió con la señora Patricia, quien con documentos en mano, contó que en una ocasión el Gerente de la Gestora Urbana, la llamó porque la necesitaba de manera urgente en su oficina, a lo cual, ella le responde que no le coincide el pico y cédula para salir, y mucho menos tiene dinero para ir hasta el lugar, sin embargo el Gerente envía un funcionario a recogerla para trasportarla a la oficina, donde le entrega un papel que estipula el nuevo costo del arriendo del lugar, que estaba en $1'171.800 y quedó en $1'316.800, costo que sube debido a la tutela que interpuso doña Patricia.
Después de lo anterior, el Gerente le dice a Doña Patricia que es "Una simple madre de familia. Una huérfana del estado que nadie le pone cuidado", luego de ello, la envía a pie hasta su casa, ubicada cerca al barrio jardín.
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Es de resaltar que la caseta de la señora patricia, es la que más arriendo debe pagar, ya que las demás casetas del sector, pagan un arriendo que oscila entre los $100 a $200 mil pesos.
La tutela de la que habla el Gerente, es una respuesta del Juez Henry Alexander Franco,del Juzgado Tercero Penal del Circuito de Ibagué, quien dentro de lo estipulado, ordena lo siguiente:
"Segundo: (...) Dentro del término improrrogable de 48 horas, constadas a partir de la notificación de la presente decisión, proceda a realizar las gestiones administrativas necesarias, para que se verifique la situación personal, familiar, social y económica de las señoras María Patricia Guerrero y Aura Cristina Diaz Guerrero, para que se tengan en cuenta y se prorrogue el contrato de arrendamiento del espacio público, aplicando nuevas cláusulas que equitativamente no afecten sus derechos fundamentales, previo a desocupar el espacio arrendado, buscarles alternativas económicas, capacitarlas en artes a fines a su labor, reubicarlas donde puedan ejercer su labor, y donde se les tenga presente su condición de madre cabeza de hogar".
Sin embargo doña patricia, en medio de su contienda, y ante la posibilidad de perder su único sustento, decidió sacar su única hija de la universidad para utilizar ese dinero en el pago del arriendo que le exige Juan Felipe Arbelaez. Además, hasta el momento, la ni la Gestora Urbana, ni la Alcaldía de Ibagué, han realizado lo ordenado por el Juez, ya que ni le ha ofrecido la posibilidad de su reubicación, ni su estudio, ni tampoco garantías a su condición de madre, sino que, por el contrario, el Gerente le dice que bajo sus propios medios debe retirar la caseta, y buscarse otro lugar donde trabajar, ya que él no está obligado a acatar las órdenes del juez.
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El motivo por el cual la Gestora Urbana quiere desalojar a la señora Patricia, es que supuestamente, en ese punto de la ciudad, se va a realizar un pequeño centro comercial y un espacio para los músicos, sin embargo, doña Patricia asegura que ese espacio ya existe y se trata del Parque de la Música cerca al Conservatorio.
Hasta la fecha el Gerente Juan Felipe Arbelaez, sigue con la idea de que la señora Patricia debe desalojar el espacio, y que debe hacerlo bajo sus propios medios, ya que ni la Gestora, ni la Alcaldía están en la obligación de ayudarla.
Luego de la pandemia del Covid19, todos los productos y artesanías que vende Patricia Guerrero, están guardadas y represadas en su casa, sin la posibilidad de poder abrir su local para venderlas y generar algo de ingresos para sus gastos diarios.
Puede leer la tutela completa, así como la carta entregada por el gerente al subir el arriendo, al final de esta nota.
