
La alcaldesa de Ibagué, Johanna Aranda, ha tomado la iniciativa de transformar la educación en su municipio, asegurando que las aulas sean un lugar donde los estudiantes puedan aprender y soñar en grande. En un reciente acto de entrega de mejoras en las escuelas de San Cayetano Alto y Bajo, San Antonio y La Flor, Aranda enfatizó la importancia de brindar ambientes adecuados para el aprendizaje de los niños y niñas del campo.
“Por ellas y ellos, sus sonrisas… ¡TODO vale la pena!”, expresó la alcaldesa, destacando el impacto positivo que estas mejoras tienen en la vida de los estudiantes. Cuando los niños del campo llegan a estudiar y encuentran sus aulas en buen estado, aprenden con más ganas y sueñan más alto. Este enfoque en el bienestar infantil es una parte fundamental de la administración de Aranda, quien ha priorizado la educación como un pilar del desarrollo en Ibagué.
La comunidad de La Flor, que estuvo esperando estas adecuaciones en las escuelas durante un tiempo prolongado, finalmente vio cumplidos sus anhelos. Durante el evento, Martin, un niño de la vereda La Flor, recibió la noticia de las mejoras cantando "Coqueta", una canción que refleja su alegría y gratitud hacia la alcaldesa. Su entusiasmo fue contagioso y mostró cómo estos cambios no solo benefician a los estudiantes en términos educativos, sino que también mejoran su bienestar emocional.
La entrega de kits escolares y computadores fue una parte significativa de esta jornada. En colaboración con la Secretaría de Educación, liderada por María Isabel Peña, la alcaldesa Aranda proporcionó a las instituciones educativas herramientas esenciales que facilitarán el aprendizaje. La dotación de computadores no solo moderniza las aulas, sino que también abre las puertas a un mundo de información y conocimiento que es crucial en la actualidad.
La comunidad escolar ha estado esperando estas mejoras desde hace tiempo. Las condiciones de las instalaciones educativas habían sido un tema de preocupación para padres, estudiantes y docentes. La falta de recursos y el deterioro de las infraestructuras limitaban las oportunidades de aprendizaje y el desarrollo integral de los niños en estas áreas rurales. Con estas nuevas adecuaciones, la administración de Johanna Aranda está demostrando que la educación es una prioridad y que el bienestar de los estudiantes es fundamental.
Las escuelas de San Cayetano Alto y Bajo, San Antonio y La Flor no solo han recibido mejoras físicas, sino que también se ha hecho un esfuerzo por crear un ambiente inclusivo y motivador para todos los estudiantes. “Queremos que cada niño y niña sienta que tiene un lugar en el que puede aprender y crecer”, afirmó la alcaldesa durante su intervención. Aranda también mencionó que las mejoras en las aulas y la entrega de equipos son pasos importantes hacia una educación más equitativa y accesible para todos.
La respuesta de la comunidad ha sido abrumadoramente positiva. Padres de familia, docentes y estudiantes expresaron su agradecimiento por las acciones realizadas por la alcaldía. La entrega de kits escolares y computadores se ha visto como un símbolo de esperanza y un compromiso hacia un futuro mejor para la educación en Ibagué. La sonrisa de Martin y sus compañeros refleja la alegría que se siente al saber que sus necesidades están siendo atendidas.
El compromiso de la alcaldesa Johanna Aranda con la educación y el bienestar de los niños de Ibagué es un ejemplo de cómo la administración pública puede impactar positivamente la vida de las comunidades. La transformación de las escuelas en San Cayetano Alto y Bajo, San Antonio y La Flor es solo el comienzo de un camino hacia un futuro más brillante, donde cada niño y niña pueda soñar y alcanzar sus metas.
La alcaldía de Ibagué, bajo el liderazgo de Johanna Aranda, está haciendo historia al priorizar la educación y el bienestar de sus estudiantes. Las sonrisas de los niños, como las de Martin, son el testimonio de que, efectivamente, ¡TODO vale la pena! La comunidad espera con ansias ver cómo estas mejoras continúan transformando la vida educativa en Ibagué, asegurando un futuro lleno de oportunidades y sueños cumplidos.