No dejan trabajar a un adulto mayor que vende papitas y tinto en la vía hacia la variante
La Cariñosa 1.420 Am ya había conocido el caso del humilde comerciante adulto mayor Armando González, habitante del municipio de Alvarado y vendedor informal de bolsas de agua, tinto, papitas y plátanos naturales, quien manifiesta que continúan sacándolo de su sector de ventas en la vía variante.
Esta persona solo pide tolerancia y respeto para poder comercializar sus productos ya que ve en riesgo su situación económica para sostener su familia. Ratifica que los funcionarios de la “Concesionaria Alternativas Viales” llevan meses atacándolo, esta empresa es contratista de la ANI y según lo manifiesta el comerciante Armando González, los funcionarios Francisco morales y Jimena Borja, llevan por mucho tiempo molestándolo sin permitirle la venta en su pequeña carretilla.
“De nuevo me dijeron que no podía estar ahí y que estoy sobre el derecho de la vía, soy una persona de edad, desempleado, con falencias de la salud, solo me dicen que hasta el momento los encargados son la ANI, quienes son los responsables del Corredor vial Ibagué-Honda, Cambao-Manizales”, expresó preocupado.
El vendedor reitera que lo único que le interesa es trabajar y tener recursos económicos porque el municipio de Alvarado se encuentra en una difícil situación para lograr obtener empleo y que sin necesidad de ser un abogado o tener una facultar de derecho, Armando afirma que se le está vulnerando el derecho al trabajo.
Por otro lado, se sabe que desde la variante se encuentran muchos vendedores ambulantes, donde deben como mínimo tener 2 o 3 canastas para poder posicionar allí sus productos, ya que es antigénico tener la mercancía en el suelo.
“También me prohibieron ubicar mi mesa con los productos y yo necesito tenerlos a la vista para el público. Me dijeron que a la próxima vez iban a hacer un procedimiento con la inspectora y que me tenía que atenerme a las consecuencias, o sino me iba a apropiar con el tiempo de terreno y eso no es así”, manifestó Armando González.
Posteriormente, el vendedor fue abordado por supervisores de la Agencia Nacional de Infraestructura, donde también le manifestaron que era prohibido trabajar en la zona y que debía estar a 5 metros de distancia del borde de la carretera, siendo imposible para Armando lograr vender sus productos.
“Me siento estigmatizado, todo esto son actos generadores de violencia porque se supone que la policía está cambiando, pero vemos que se encuentra muy lejos de ser humanitarios. Solo pido trabajar para llevar el alimento a mi casa”, finalizó Armando.