Luego de la decisión que se dio a conocer por el Secretario de tránsito de la ciudad José Alexis Mahecha, en la cual se decreta el aumento en 200 pesos en la tarifa de la carrera mínima de taxis en la ciudad, surgen las primeras voces de inconformismo ante esta situación, que se da a conocer a escasos días de terminar el 2018 y que sería ya la tarifa a regir en los próximos meses por parte de este gremio de servicio público.
José Adenis Ramírez, líder de los taxistas, señaló que no es suficiente el aumento de 200 pesos que se decretó por parte de la administración municipal, afirma que este valor en el incremento no compensa, los gastos en lo que se debe incurrir a diario por el conductor del vehículo en lo que tiene que ver con el tanqueo, lavada, y demás labores de mantenimiento del vehículo salen a diario del bolsillo del propio conductor por lo que el aumento en el cobro de estos servicios no se compensa con el aumento de lo determinado por las autoridades municipales.
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Señala Ramírez que un aumento que podría compensar este tipo de gastos y garantizar una ganancia a los conductores, podría ser entre los 300 a 400 pesos, pero que este incremento solo se dio en medio de la discusión por parte del secretario Mahecha y su círculo cercano de amigos conductores, por lo que no se puede esperar que este sea justo si la decisión se toma en medio de un círculo cerrado de percibas, por lo que indica que incluso desde su llegada a la administración local ha sido imposible garantizar un diálogo cercano con el secretario.
Otro de los aspectos que recrudece aún más la situación, tiene que ver con la necesidad de poder llegar a consolidar el pago de la seguridad social por parte de los propietarios de los vehículos para sus auxiliares, señala el líder de los taxistas que muchos de los conductores que circulan por las calles de Ibagué, tiene que pagar de su bolsillo el valor de la seguridad social y de lo que tiene que ver con todo lo relacionado con cubrimiento de su seguro, pensión y demás.
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Agrega que esta situación es aprovechada bajo la amenaza de quien es el dueño del rodante argumentando que si el conductor no paga pues no puede trabajar y habrá otro que si quiera laborar y pueda pagar este tipo de requerimiento para desarrollar su labor tras el volante por las calles de la ciudad, afirmando que esto aunque ha sido tratado ante las oficinas de las autoridades locales, no ha sido posible generar una reglamentación que obligue al empleador a garantizar este derecho a sus trabajadores.
Cuestiona en reiteradas ocasiones la labor del Secretario de Tránsito a quien señaló de no querer concertar con la mayoría de los conductores de la ciudad, por lo que es por esto que incluso se han presentado la mayoría de los inconvenientes en materia de reglamentación y de movilidad en esta capital en los últimos meses y que han derivado en enfrentamiento mediáticos con el funcionario de la administración municipal.
