Foto: Colpresa
Fuertes protestas ha recibido por estos días el alcalde de Purificación José Crispín Guerra, a razón de las corralejas adelantadas en este municipio en el marco de las festividades del pasado fin de semana.
Por un lado, Guerra ordenó la adecuación de un escenario deportivo, más exactamente una cancha de fútbol, para convertirlo provisionalmente en una plaza de toros, dejando de este modo a los aficionados al balompié que acudían a diario a ejercitarse, sin un lugar donde hacerlo.
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Por otro, lo que más rechazo ha generado, son las perturbadoras y estrambóticas escenas en las cuales se observa como ante la presencia de centenares de personas, los animales sacrificados durante el ya criticado acto taurino, son retirados de manera grotesca con una retroexcavadora.
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Las protestas de los animalistas no se han hecho esperar puesto que en el recinto improvisado se permitió la presencia de menores de edad quienes tuvieron que observar, además del acto brutal de recibir como espectáculo a la muerte, también el contemplar la indolencia indigna con que los despojos fueron trasladados.
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