Periodista Juan Manuel Diaz
Periodista Juan Manuel Diaz - Twitter: @DiazJuanMan
Suministrada
27 Oct 2021 03:13 PM

Cambiar el chip

Columnista
Invitado
Juan Manuel Díaz en esta ocasión realiza una reflexión sobre como ser optimistas puede ayudarnos a ser más felices.

Por estos días en los que se habla tanto de la ausencia de salud mental, poco admitimos que la felicidad no es un estado de ánimo, sino diversos momentos en este camino denominado vida.

Omitimos que la felicidad no se trata de poseer bienes materiales, sino de tener dificultades normales y poderlas superar con trabajo, amor propio y desde luego, la grata compañía de amigos y familiares, pues no es un secreto que la vida tiene un gran número de experiencias, entre ellas las negativas que sirven de aprendizaje y forjan el carácter de los seres humanos.

He visto recientemente como muchas personas afirman que no son felices con lo que tienen, o viven sencillamente inconformes, deprimidos y tristes porque en el mundo se encuentran con falsas expectativas de vida. Casa lujosa con piscina y jacuzzi, dos automóviles en el garaje, joyas, prendas de vestir, entre otras posesiones que difícilmente han alcanzado o alcanzarán, sobre todo porque no basta solo con desear las cosas, sino trabajarlas con sacrificios, y generalmente quien desea muchas cosas, poco se detiene a pensar en lo que cuesta alcanzar las mismas.

Dependerá entonces del auto reconocimiento, del amor propio, de la valentía para asumir con tranquilidad las causas y consecuencias de la vida, pero principalmente de la actitud para cambiar lo que no está tan bien, para vivir como pocos lo hacen. Con amor propio, con positivismo, con descomplique.

Muchas veces la gente suele vivir temerosa a la hora de emprender nuevos proyectos, cambiar de trabajo, de amigos, de rutinas, y eso impiden que seamos felices. He conocido personas con grandes talentos desperdiciados que se han conformado con poco por temor a volar más alto, a experimentar, a salir de la monotonía.

Es momento de aventurarse y escapar de la rutina, de dejar de decir NO, como en aquella película protagonizada por Jim Carrey, quien su personaje solía decirle que no a todo, y luego de un seminario para decir sí, empieza a cambiar su vida y a recibir lo bueno que la misma le tenía preparado.

Ser feliz en gran medida depende de cada uno, de cambiar las formas de ver el día a día, de asumir los problemas, porque en la vida tendremos aflicciones dice Juan, 16-33.

Cambiemos el chip y a manera de experiencia personal, lo estoy haciendo poco a poco, y sin ninguna duda, hoy soy más feliz.

Fuente
Alerta Tolima