Cada vez que hablamos de países desarrollados sin duda, se observa una serie de características que distan mucho de las de nuestro país, la inversión entre otros temas en: educación para tener un recurso humano capaz permanentemente productivo, en infraestructura para la competitividad y la calidad de vida, la preservación del ambiente y por supuesto en innovación, ciencia y tecnología, generan unos grandes esquemas de desarrollo económico y social.
Un país que no invierte en educación, ciencia, tecnología e innovación, está condenado al subdesarrollo, a vivir consecuencias graves, a tener unos ciudadanos aislados del mundo y con baja calidad de vida, el avance de la humanidad en los últimos años ha dado pasos gigantescos, que permanentemente aportan a distintas maneras de aprovechar las ventajas de vivir en este planeta. Colombia es un país con una gran riqueza, por su posición geográfica, su clima, tierra productiva y capacidad de resiliencia, características que le brindan multiplicidad de oportunidades para desarrollar y aprovechar internamente y para la humanidad, no puede ser que en Colombia haya hambre, niveles de pobreza que escalan a los primeros puestos en America Latina, que podamos ser productores y exportadores de tantos productos agrícolas y que nuestros niveles de exportación aún sean tan bajos, que tengamos tantos productos a los cuales dar valor agregado y estemos aún en la producción y comercialización base de esos productos, todos los días perdemos tiempo y oportunidades. Los autos evolucionan, los teléfonos móviles y los aparatos tecnológicos también, las aulas de clase siguen siendo las mismas, nos quedamos tercamente manteniendo un modelo pedagógico y un proyecto pedagógico educativo que se quedó obsoleto y arcaico eso sin contar los cuestionamientos que muchos hacen en algunos casos a la calidad formativa y personal de nuestros docentes de la educación básica primaria y secundaria.
La inversión en ciencia y tecnología es el camino hacia un país más próspero, rico en ventajas comparativas, pero muy pobre en visión, orientación y acción de políticas claras y contundentes, que determinen un camino hacia el desarrollo económico y social. Es urgente adaptar todos los los temas importantes y cotidianos hacia la ciencia y la tecnología, especialmente nuestro sistema educativo a nuevas formas de desarrollo, de pertinencia para la productividad, en un país con tanta multiplicidad de culturas debemos tener esquemas de educación flexibles, mayor inversión en la agroindustria, cuidado del ambiente y mayor seguridad ciudadana.