En el paseo diario que me hago por las redes sociales, me encuentro con cosas y casos que me sorprenden, me dejan en alerta, me divierten, me entristecen y hasta me hace preguntar ¿esto es real o es un fake ?, ¿es verdad o simplemente estrategia publicitaria?
Entonces aparecen portales que no son noticiosos, son portales chismosos especializados en la farándula criolla, y es que esa práctica ha sido comidilla en la sociedad desde el inicio de los tiempos.
Chisme, definición de la Rae: “Noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna.”
En este tipo de portales en teoría hacen la fácil, van a las cuentas de personalidades famosos y descargan los videos o fotografías que previamente han subido estos personajes , luego los suben a sus perfiles o cuentas de portales chismosos , con un título llamativo , generando un “Clickbait”, y con un texto en donde se pone cierta cizaña o veneno para que entre los mismos cibernautas se debata el tema y el chisme se convierta en un teléfono roto , donde la información se tergiversa y se trasforma en un mensaje completamente diferente a lo que el video original pretendía expresar.
ClickBait se traduce como: (cebo de clics) es una técnica de redacción que consiste en crear encabezados y descripciones sensacionalistas en un enlace. Su fin es atraer a los visitantes e incitarlos a dar clic para que abran ese contenido.
A propósito recomiendo ver la serie que lleva el nombre ClickBait que está en Netflix.
Volviendo al chisme, el mundo del espectáculo tiene gran potencial para que los portales mencionados anteriormente alimenten sus contenidos, y la culpa no es ni de uno ni de otro, simplemente es gracias a las redes sociales, pues por ellas es que nos enteramos hasta de detalles poco importantes, como, ¿que comieron los famosos?, ¿dónde bailan los famosos?, ¿por qué lloran los famosos? , o ¿porque se separan? , o vuelven, o se vuelven a separar.
Contamos gran parte de nuestra vida en nuestras redes y aun así exigimos respeto y que no se metan en nuestras vidas, cuando siendo sinceros dejamos la puerta abierta con cada post o comentario que hagamos.
El precio de la fama se paga alto, por eso hay videos donde en la cuenta original ya no se encuentran porque los han borrado, porque se dan cuenta que dijeron algo que no fue correcto o les puede afectar su imagen , herir susceptibilidades, entonces para eso también sirven los portales de chismes , porque agarran toda esa información , la suben y la vuelven viral , a tal punto que aquello que no quería ese “Famoso” que se ventilara a los cuatro vientos , ya es demasiado tarde , pues esta en cuanto portal exista dedicado al chisme.
Entonces vamos a la disculpa, donde el personaje debe grabarse otro video, donde explique por qué borro lo que subió, y a dar explicaciones convincentes, tratando de hacerle entender a la gente lo que realmente quería decir, aunque la gente ya se halla llevado su propia opinión, o al menos se halla construido un concepto en su cabeza distinto a la original.
¿Debemos dar explicaciones? , no lo sé, solo pienso que lo que se suba en redes sociales está sujeto a la interpretación que cada usuario le dé desde su punto de vista y entendimiento, la interacción de los seguidores que para bien o para mal tiene “Lovers and Haters”, aquellas personas que brotan corazoncitos y buenos comentarios, y aquellos que destilan odio y envidia, y es allí donde la guerra de comentarios se hace volátil y estalla.
Lo bonito de las redes sociales es que nos da la ilusión de ser cercanos a gente que en la vida conoceremos en persona, lo malo es que debemos sacar siempre lo mejor, me refiero a mostrar lo mejor de nosotros, pues si eres real y autentico, al poner una frase que sientas en el día, o un posteo sentimental, te van a preguntar si estás bien, si estas mal, ¿con quién andas peleando? , porque puso eso, ¿porque mejor no pone otra cosa?, y así sucesivamente hasta terminar complaciendo a otros, más que expresar tus propias emociones.
No todos los días son coloridos, hay que dejar salir también el gris de los días tristes y no le veo nada de malo, al fin y al cabo, son las redes personales, pero en esta sociedad digital hay que aparentar tantas cosas, que solo me queda por decir que las redes sociales no son la vida real, es más bien un show de realidad filtrada donde todos somos protagonistas de nuestro propio espectáculo.