Durante mi trayectoria en la vida pública he librado una gran batalla por la excesiva centralización del Estado, como gobernador sufrí permanentemente la deficiencia de los recursos y el aparataje del sistema para acceder, hasta lo que era nuestro en las regiones, durante varios gobiernos centrales y a cada circunstancia a lo que le echan mano, es a los recursos de las regiones, debilitando el nivel de acción de las entidades territoriales y afectado directamente la calidad de vida de los ciudadanos.
Este Estado centralista alejado de la nación, cree que Bogotá es los Rosales y que Colombia es hasta Soacha, el 19 de mayo un gran mensaje, que ojalá se sepa interpretar también es que ese que denominan “el otro país” está levantando la voz, tomando acción, para decidir participando equivocadamente o no, sobre el futuro de nuestro país, por eso los retos son mayores y todos los poderes del Estado deben entender desde su orilla y con independencia, que Colombia para que sea un país viable debe ser equitativo, descentralizado y con preferencia por lo social.
Proponemos que la planeación de país se debe hacer desde las regiones, los planes de desarrollo nacionales muchas veces sirven a algunos territorios, pero no llenan las expectativas en regiones, es deber que el nuevo Plan de Desarrollo obedezca a ejercicios de planificación desde las regiones. Si descentralizamos el proceso de planeación nacional que realiza el DNP, desconcentrado funciones en las regiones RAP, seguramente la armonización con entidades territoriales como departamentos y municipios, tendrá mejores efectos respecto del cumplimiento de los planes de desarrollo y planes estratégicos regionales. La Misión de descentralización, seguramente ha encontrado enormes vacíos en la estructura del estado, en la Constitución Nacional y en normas como las leyes 1454 de 2011 LOOT, 1962 de 2019 (Ley de regiones con sus Decretos 900 y 1033) que debemos discutir y cambiar de ser necesario.
El paso de RAP a RET, como lo establece la ley 1962, requiere de mayor conocimiento y estudio por parte del legislativo y las entidades del orden nacional y territorial, se requiere de madurez política para asumir este reto y poder operar bajo un esquema que sin ser federalista, si es de regiones, similar a lo que sucede en países como Alemania o España, por lo que proponemos que la futura figura de Región Entidad Territorial RET, mantenga y respete la autonomía política en departamentos y municipios, pero que si permita a las RAP convertidas en RET, tener el manejo de recursos de la nación, permitiendo la solución de problemas desde el enfoque de planeación y acción regional, acortando la distancia y los tiempos de gestión. Necesitamos a Colombia, viable, equitativa, descentralizada, con oportunidades para todos.