La comparación de las diferentes monedas permite predecir el comportamiento de la economía local, las tendencias de consumo y las opciones de inversión en el mercado de valores.
Para el caso de Colombia, el dólar empezó el año en $3.262,05, llegando a su punto más alto en $4.129 el 18 de marzo de 2020 con una devaluación en menos de 90 días del 26%. Al 14 de agosto y como resultado de la recesión económica generada por el Covid-19, el dólar se compraba a 3.783, 15, representando una devaluación del 16% durante el año 2020.
Pero el tema no es solo de cuánto debemos pagar por un dólar, sino que además debemos saber el impacto del precio del dólar en la economía nacional, especialmente la economía del Municipio.
Ibagué y el Tolima no tienen vocación exportadora excepto por el café y algunas materias primas, lo que significa que una subida en el precio del dólar no representará un mayor valor para la economía de materia significativa, pero el Tolima sí consume productos importados tales como materias primas en textiles, fungicidas, abonos, y en productos terminados tales como vehículos, maquinaria agrícola, alimentos y bebidas. Al existir una balanza comercial negativa (mayor las importaciones que las exportaciones) el aumento en el precio del dólar impulsará la subida de precios al consumidor final, es decir impulsará la inflación.
La tendencia actual del dólar tiene un primer soporte (precio a la baja) en $3.611, 61 y un segundo nivel a la baja en $3.458. y al alza, el dólar tiene resistencias en $3.776 y en $4.045 por lo anterior, los importadores y exportadores deben estar alerta en sus posiciones monetarias puesto que, si el dólar sube o baja, siempre habrá perdedores y ganadores.
Pero lo relevante, más allá del precio del dólar, es que la Presidencia de la República no ha presentado proyecto de ley ni ha tomado decisiones para reactivar la economía, por lo que es muy probable que la economía americana avance mucho más rápido que la nuestra y se termine fortaleciendo el dólar y vuelva a exceder $4.000 pesos por la divisa, lo cual lesionaría fuertemente la economía. Recordemos que el mercado de divisas contiene inversiones de largo plazo (creación de empresa) y capitales golondrina (inversiones especulativas temporales). Frente a una subida del dólar, las capitales golondrinas liquidarán sus inversiones y tomarán las utilidades y se refugiarán en el dólar, máxime ahora que vengan las elecciones presidenciales el 3 de noviembre de 2020 en USA, donde se estima que los Republicanos, en el poder con Donald Trump, perderán la presidencia frente a los demócratas. Esas elecciones, generalmente genera salida de dólares del país y nuevas posiciones políticas de USA frente a Colombia, es decir, un gobierno de derecha como el de Duque con un gobierno progresista como el de Joe Biden. Y ello replantearía la cooperación y la economía ente dos países con visiones diferentes.
Dado entonces que, hay elecciones presidenciales en USA, que Colombia no ha tomado decisiones que reactiven la economía y que países como Chile y México están a la vanguardia de las transformaciones para captar nuevas inversiones que les facilite la reactivación, seguramente el dólar llegará nuevamente a un máximo histórico antes de finalizar este año, rompiendo los $4,130 pesos.
Y es allí donde los empresarios, importadores y exportadores deben identificar sus ventajas comparativas y que los efectos negativos sean mitigados. Los exportadores se verán beneficiados y los importadores deben empezar desde ya a contemplar planes de acción que les permita sobrevivir a una nueva devaluación, tales como búsqueda de operaciones futuras de dólar/peso, nuevos proveedores locales, disminución de costos fijos y reducción de sus márgenes de utilidades.
Debemos prepararnos para el cambio y no esperar a ser reaccionarios frente a lo que es previsible.
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