Por estos días y ante un reto personal de bajar de peso, me he interesado en indagar sobre los temas de salud física, que, si bien vienen imponiéndose como una moda desde hace más de 25 años con el surgimiento de los gimnasios especialmente en la clase media alta, hoy en día se han hecho mucho más populares, y han cambiado aquella percepción de que mantener hábitos saludables es para los “ricos” o para quienes no tienen nada que hacer.
Lo cierto es que, en la actualidad, la actividad física, el deporte, la calistenia, el ejercicio, etc., actualmente hacen parte del diario vivir de un gran número de personas. Asistir a un gimnasio, caminar o correr al aire libre, se ha convertido en un complemento para el ser humano, como cualquier otra necesidad, y lo más importante, es que se ha entendido que la actividad física no se hace únicamente con el objetivo de verse bien, sino por salud, pues está demostrado que el ejercicio mejora la actividad cardiovascular, reduce la presión arterial, fortalece los huesos, mejora la salud mental, entre otros aspectos de múltiple beneficio.
Según estudios avanzados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde 1975, los problemas de obesidad en el mundo se han triplicado, y aquello pareciera contradictorio, si decimos que la actividad física se ha vuelto mucho más popular. No obstante, aquello tiene su razón de ser en que el surgimiento de las nuevas tecnologías y la internet han hecho al ser humano mucho más sedentario y consumista de las grandes cadenas de productos alimenticios con exceso de grasa y azúcar en donde los expertos en publicidad han sabido a hacer lo suyo.
Mantener hábitos saludables hoy en día no es imposible. Cualquier persona puede tomar la decisión de cambiar radicalmente su estilo de vida, combinando el ejercicio, ya sea al aire libre o en un gimnasio (cada vez de más fácil acceso) con un plan de alimentación que le permita tener las calorías necesarias de acuerdo a su peso, edad, género, entre otros aspectos.
Lo podrán decir los expertos mejor que yo, pero mantener una dieta balanceada con muchas verduras y agua en exceso, contribuye a la salud en buena medida. Si usted o algún conocido suyo es de los que gasta dinero en cremas reductoras y cosas de ese tipo, anímelo y anímese a realizar alguna actividad deportiva. Comience con un ritmo suave mientras le coge pasión a lo que está haciendo, y mientras se traza objetivos a corto, mediano y largo plazo. Ya verá que en poco tiempo empezará a notar los cambios.