Colombia es un país ejemplo de democracia en América Latina, a pesar de la espiral de violencia en el que se ha levantado nuestra nación, el modelo prevalece, aquí se respetan y protegen el ejercicio de las libertades individuales y colectivas, en un gran proceso de seguridad ciudadana y seguridad integral que, aunque precaria en algunos aspectos, en medio de la inequidad, los errores y las dificultades garantizan una nación donde se pueden ejercer los derechos.
Necesitamos urgentemente refundar la República en medio de la democracia, no podemos poner en riesgo la democracia en medio de las dificultades de inequidad, abandono del Estado y la crisis institucional que debemos reconocer, nuestra nación debe garantizar una vida digna para sus ciudadanos, con seguridad y libertad. En las próximas elecciones nos jugamos la democracia, debemos defenderla de quienes quieren llegar al poder para imponer la confrontación, el odio y la violencia en esas nuevas formas de ideologización de los temas importantes, el sicariato moral y los juicios paralelos, debemos defender la democracia de quienes quieren afectar la propiedad privada planteando una confrontación entre ricos y pobres, de quienes ven el gobierno con una vista meramente asistencialista degenerando el aparato productivo y no como el generador de las grandes oportunidades económicas y sociales, donde cada quien desde su contexto desarrolle su actividad para aportar a la construcción del Estado Nación que necesitamos.
Colombia no es Chile, el péndulo de la política va hacia donde los pueblos y sus contextos socio económicos quieran llevarlos, por eso en las próximas elecciones de congreso es necesario garantizar la presencia de congresistas con vocación política, experiencia en lo público y capacidad, debe desterrarse la mediocridad, el político ambicioso, arrodillado al ejecutivo y transaccional. En las elecciones presidenciales, debemos elegir a quien quiera imponer la equidad, al que no quiera seguir privilegiando los privilegiados, ahondando en la desigualdad, necesitamos un presidente con preferencia por lo social, que vea en el sector agrícola el motor del desarrollo de nuestra nación, en la defensa del medio ambiente la mejor lucha como aporte a la vida, en la familia el eje fundante de una buena sociedad y en la seguridad el mejor valor de la democracia, para garantizar el ejercicio de las libertades, para vivir sin miedo y con dignidad.