Hipótesis: la formación religiosa de los estudiantes es uno de los factores de su buen rendimiento académico. Es una suposición sustentada en el hecho de que a los establecimientos educativos dirigidos por comunidades religiosas o bajo la rectoría de un religioso, generalmente les va bien en los resultados de la pruebas Saber 11 que realiza el Icfes anualmente.
De 22 establecimientos educativos estatales y privados que en el año 2018 lograron la categoría A+, equivalente a “muy superior”, en el Tolima, 8 están dirigidos por religiosos y son ellos a saber: Champagnat y Santa Teresa de Jesús de Ibagué; Santa Ana del municipio de Mariquita; Colegio Tolimense, Jiménez de Cisneros, La Presentación, Exalumnas de la Presentación (dirigido por un exsacerdote) y Eucarístico María del Refugio, también de Ibagué.
Le sugerimos leer: Gimnasio Militar de Melgar sigue siendo el mejor entre colegios oficiales del Tolima
Sobre los factores que inciden en el rendimiento académico de un estudiante hay suficientes teorías. Se pueden reunir en dos grupos: los factores contextuales y los personales. En el primero están las características socio-económicas de las familias, a la cuales pertenece el estudiante y factores del contexto que favorecen o afectan el desempeño de un estudiantes, entre ellos, las características culturales donde éstos residen. Entre los factores personales están, desde luego, las capacidades intelectuales y físicas, que son base del desarrollo del pensamiento.
Si se acepta la hipótesis de que la formación religiosa (cualquier religión) incide favorablemente en el rendimiento académico de los estudiantes, habrá que aceptar que, el éxito académico de los colegios dirigidos por comunidades religiosas o por religiosos, es un factor favorable.
Le sugerimos leer: 21 establecimientos educativos de Ibagué en categoría ‘muy superior’ según pruebas Saber 11 del 2018
La enseñanza
Es pertinente decir que el sistema escolar colombiano ya superó la etapa de la “educación confesional” en que los sacerdotes y los jerarcas de la Iglesia Católica tenían alta influencia cuando la religión católica era un mandato constitucional en tiempos de la Constitución de 1886 y del Concordato. “La Religión Católica, Apostólica y Romana es la de la Nación; los poderes públicos la protegerán y harán que sea respetada como esencial elemento del orden social”, decía esta Constitución, mandato que se traducía y aplicaba de forma severa en el sistema escolar, principalmente al entrar en vigencia el Concordato con la Santa Sede, en 1887.
Le sugerimos leer: Ibagué, puesto 141 entre 1.113 municipios, según promedios ponderados en Pruebas Saber 11 del 2018
Estamos en otros tiempos, en el que, según la Constitución de 1991, “en los establecimientos del Estado ninguna persona podrá ser obligada a recibir educación religiosa”, dice la sentencia T-101 de 1998 de la Corte Constitucional”, lo cual debe ser concordado con el hecho de que en el plan de estudios de los planteles educativos, es obligatoria la Educación Religiosa como una de las áreas objeto de estudio y enseñanza. Es un dilema que puede generar conflictos entre dos mandatos obligatorios.
Le sugerimos leer: Los Colegios Inglés y San Bonifacio de las Lanzas entre los 20 Mejores de Colombia, según las Pruebas Saber del 2018
La formación religiosa y espiritual
El Colegio Tolimense de Ibagué es un establecimiento educativo de la Arquidiócesis de Ibagué, con oferta educativa de alta excelencia, según la categorización A+ que hace el Icfes, con base en los resultados de los estudiantes en las pruebas Saber 11 de 2018.
Rector y Coordinador Colegio Tolimense
Le sugerimos leer: Duque al 110%
Es un plantel del sector privado, con 1.200 estudiantes y 70 docentes, del cual es rector, el sacerdote Alfonso Bonilla, de su equipo directivo hacen parte dos exsacerdotes, Wilson Ferney Moncayo y Óscar Germán Montalvo, el primero de ellos, es el coordinador Pedagógico y el segundo, coordinador de Calidad y fue candidato a la Alcaldía de Ibagué.
El colegio ocupa el octavo puesto en el Tolima entre los planteles educativos de categoría A+ y, entre los colegios orientados por religiosos, le supera el Champagnat, de la comunidad de los hermanos maristas; tercero, y la Institución educativa Santa Teresa Educativa, del sector oficial, que ocupa el séptimo lugar en el ranking departamental.
Le sugerimos leer: UT incrementará en un 36% sus recursos gracias a acuerdo de Duque con universidades estatales
Es un plantel donde las clases comienzan con una oración, las celebraciones litúrgicas se realizan a menudo, docentes y estudiantes comulgan y asisten a retiros espirituales, una vez al año, en fin, la formación religiosa hace parte de las actividades académicas esenciales y el colegio, en su PEI, invoca la calidad de ser un plantel que invoca: “En su práctica pastoral el colegio fomenta los espacios de espiritualidad y de encuentro con Dios por medio de la vivencia en el aula, celebraciones especiales y convivencias por cursos y retiros espirituales”.
Es una situación distinta en los establecimientos educativos oficiales, porque deben cumplir la ley 133 de 1994 sobre libertad religiosa, los estudiantes no podrán ser obligados a “practicar actos de culto o recibir asistencia religiosa contraria a sus convicciones personales” (Artículo sexto, literal e).
Le sugerimos leer: La fuerza de 300
¿Considera usted que la formación religiosa que se ofrece en el Colegio Tolimense, influye en el buen rendimiento académico de los estudiantes?, se le pregunta al rector Bonilla. Su respuesta: “Con seguridad que sí. La parte religiosa los obliga a tener una autorregulación, hablamos de los mandamientos, del direccionamiento de una vida totalmente distinta. Aquí tenemos como lema, ser hijos de la luz, el solo hecho del lema, ya nos da todo un enfoque, de principios, de valores, de organización y disciplina. Tenemos, también, la idea de formar damas y caballeros tolimensistas lo cual implica que haya un comportamiento, unas actitudes para ello”.
Le sugerimos leer: No a la pérdida del año escolar, No a la repitencia, debe ser la consigna
La Institución Educativa Santa Teresa de Jesús de Ibagué, completa 13 años en la categoría de excelencia A+ “muy superior”, es dirigida por la Comunidad de las Dominicas, hijas de Nuestra Señora de Nazareth, con la rectoría actual de la hermana Julia Omaira Ramírez Dueñas. En el año 2018, este plantel ocupó el puesto séptimo en el Tolima, en cuanto al rendimiento académico de sus estudiantes.
Rectora Colegio Santa Teresa
A la rectora se le hace la misma pregunta: ¿El desempeño académico de las estudiantes tiene relación con la religión y la formación en valores?
Le sugerimos leer: La inteligencia emocional la solución al suicidio
La rectora Ramírez entregó una respuesta similar: “La religión sí tiene que ver con un buen rendimiento ya que las personas religiosas tienen mayor capacidad de autocontrol y disciplina; la religión independiente de la que sea, proporciona a los individuos modelos claros de comportamiento, esto puede llevar a que las personas sean más persistentes y eficaces en la consecución de sus objetivos”.
Le sugerimos leer: La Universidad de la paz en Chaparral, un sueño a realizar
Formación espiritual, según investigaciones
Si se acepta que el rendimiento académico de los estudiantes evaluados por pruebas internas que realizan los docentes y por las pruebas Saber, son uno de los factores de la calidad educativa, habrá que admitir que la formación espiritual y religiosa, también hace parte de estos factores contextuales y personales que potencian la calidad de los aprendizajes de los estudiantes en los planteles educativos.
Le sugerimos leer: El renacer de las Mipymes
Los investigadores Walker y Dixon (2002, citados por Barrios y Frías, 2015), dicen al respecto: “Los estudiantes que participaron en actividades religiosas o creencias espirituales habían obtenido mejor promedio”. Por su parte, otro investigador, Line (2005), “Encontró una fuerte relación entre el desempeño académico y la religiosidad personal, diciendo que cuando los estudiantes se enriquecen a partir de la biblia y tienen respeto hacia las normas establecidas por la iglesia (independientemente de la fe), así como una vida constante de oración, su rendimiento académico responde positivamente debido a la motivación que se deriva de lo sagrado”.
Este artículo obedece a la opinión del columnista / Reproduccion autorizada por el autor