¿Siguen los piques ilegales en Ibagué? Esa es la pregunta que se hacen los ibaguereños del sector de Mirolindo, específicamente a los alrededores de la variante del Aeropuerto Perales, quienes cada jueves a eso de las 11 de la noche, escuchan el rugir de los motores de los carros, incluso muy cerca de donde reside el ingeniero Andrés Hurtado, alcalde de la ciudad.
Pese a los controles y operativos que adelanta la Secretaría de Tránsito en toda la ciudad, se ha hecho costumbre que, con la complicidad de la noche, algunos decidan corretear la variante, y las calles cercanas, poniendo en peligro no solo sus propias vidas, sino las de las personas que transitan por allí, como lo son los residentes de los conjuntos aledaños del sector de la Samaria, sino quienes vienen de viaje, y deciden usar las variantes con el fin de acortar camino.
Es cierto, que a Ibagué le faltan espacios deportivos, de esparcimiento y adrenalina, de ahí que, los populares juegos mecánicos Los Valentinos tengan el éxito que tienen. Sin embargo, ni el Aeropuerto Perales, ni mucho menos los alrededores, pueden ser los espacios para practicar piques, ni millas, ni cuarto de millas, cual Autódromo de Tocancipá, pues, como es bien conocido, el auge de la construcción de Ibagué, llevó a que las calles que conducían al Aeropuerto y que anteriormente eran usadas para aprender a manejar sin mayor problema, hoy en día, están completamente pobladas y de alta movilidad.
La pregunta de si hay piques ilegales en la ciudad, se la trasladé recientemente al muy gentil y diligente funcionario de la Secretaría de Tránsito: Oscar Fabián Montes, de quien todavía no recibo respuesta. Igualmente, al señor Secretario de Gobierno: Oscar Alexander Berbeo, quien sin afirmar o negar, me indicó que están haciendo operativos por toda la ciudad.
Hoy nuevamente les pregunto a los responsables: ¿hay piques ilegales nocturnos los jueves en la variante del Aeropuerto Perales?
Si la respuesta es sí, ¿qué estamos haciendo para evitar mayores tragedias en la accidentada Ibagué?