Por: Indira Orfa Tatiana Rojas – tatianarojasoviedo34@gmail.com
El quinto de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible para el año 2030, precisa: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
Para conseguir el aporte significativo desde cada país, cada región y nuestro terruño, se requiere que haya prioridad y disponibilidad para educar a hombres y mujeres por igual, sin descuidar en ningún momento el acceso de las mujeres en todas sus edades a los diferentes niveles de formación.
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“La Educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”, como lo promulgó Nelson Mandela. Se necesitan mandatarios que piensen en la Educación como herramienta para apostarle al desarrollo de nuestra ciudad, de nuestro departamento y de nuestro país. Se requiere empoderar y creer en la mujer, en sus capacidades y en sus posibilidades.
Las mujeres del siglo XXl, que son el presente y por lo tanto el futuro, tenemos la obligación de sacar el liderazgo que hay en cada una, apoyando, sosteniendo y construyendo la más alta escalera de pensamientos para llevar a la cima las ideas de progreso y de empoderamiento de quienes históricamente hemos vivido en el anonimato o en silencio.
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Es tiempo de preguntar cómo podemos apoyarnos, no cómo debemos acabarnos, no cómo debemos calumniarnos o enrostrarnos, es un tiempo para pensar que las mujeres sí podemos y unidas alcanzaremos la victoria y los sueños. Hoy nuestros congresistas tolimenses siguen dando ejemplo de unidad, porque tienen claro que la unión hará la fuerza y así se logrará más por el Tolima; el Departamento que vio nacer a quien dirige a nivel nacional la cartera de la Educación, la ministra María Victoria Angulo, de quien esperamos una mirada generosa a los 47 municipios del Tolima.
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Hago un llamado para que con motivo del Día Internacional de la Mujer, cada quien se imponga una tarea que tenga que ver con el apoyo al género femenino, que cada quien piense en la necesidad de respetar en todas las dimensiones a la niña, a la adolescente, a la mujer adulta, a permitir oportunidades, a que se promulgue la inclusión, la equidad, a no incurrir en injusticias y a demostrar con hechos, que vamos avanzando en el siglo XXl, que es el siglo de los derechos para todos donde estamos inmersas las mujeres desde el vientre materno.
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“Si la educación es necesaria al hombre, a la mujer no es menos necesaria, porque ella con paciencia educa al niño, desde la edad temprana...”, como dice el poema.
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