Por: Indira Orfa Tatiana Rojas – tatianarojasoviedo34@gmail.com
Las noticias que circulan en el país sobre temas asociados con la vida en las familias, han sido abundantes durante el presente mes. Están los datos del censo nacional de población del 2018, la propuesta de fortalecer el trabajo de las Escuelas de Padres en las instituciones escolares, la idea de presentar al congreso un proyecto de ley que establezca normas sobre los castigos físicos de los niños, entre otras.
Con relación a los padres de familia como factor relevante en el logro de una mayor y mejor educación para infantes y adolescentes, hay literatura y normas, entre ellas, las que establece la Constitución del 91. Al respecto, se debe decir que en Colombia no se forma a las personas para ser padres. Es una asunto que se deja al azar y hace parte del aprendizaje por descubrimiento.
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De ahí que el Ministerio de Educación pretenda fortalecer la formación de los padres en su condición de educadores primarios en el ámbito del hogar. Porque cotidianamente los padres en buen número descuidan el deber de actuar en alianza con los establecimientos educativos para lograr un buen desempeño académico de sus hijos, una sana convivencia en el ámbito escolar, una mayor participación en la tarea de formar ciudadanos.
Es común que los padres se limiten a las reuniones que los directivos de las instituciones escolares y los docentes convocan cada dos meses para informar sobre el rendimiento académico de los estudiantes. Habrá quienes asuman la tarea de hacer parte de los organismos que las normas vigentes establecen en cuanto a participación en las instancias directivas, los Consejos Directivos, las Asociaciones de padres de familia, el Consejo de Padres entre otros.
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Al leer el planteamiento de la Ministra de Educación, María Victoria Angulo, sobre la necesidad de incrementar el número de Escuelas de Padres y de fortalecer su labor dirigida a la formación de los padres en asuntos relacionados con “promover mejores métodos de crianza y valores éticos en los estudiantes”, aplaudo la idea para que se cristalice en la mejora de acción educativa que compete a las organizaciones escolares del país.
Son muchos las actividades teórico-prácticas que las instituciones escolares pueden abordar e implementar en pro de mejorar las conductas de los estudiantes para que se construyan Climas Escolares propicios para una convivencia sana, que conlleve a la solución de conflictos de manera pacífica, enseñar buenas prácticas para una saludable alimentación que prevenga la obesidad, por ejemplo, entre otras múltiples temáticas en alianza escuela hogar.
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Por ahora, que todos los padres recuerden que la familia es la primera escuela de un niño y está obligada a protegerlos también dentro de su propio hogar donde fácilmente se vulneran los derechos y se abusa sin que se denuncie.
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