Bogotazo
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9 Abr 2025 08:23 AM

El día que Bogotá ardió: 77 años del asesinato que cambió la historia de Colombia

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Umaña G.
El magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán desató una ola de violencia que marcó el rumbo del país y cuyas consecuencias perduran hasta hoy.

Un disparo en el corazón de Bogotá desencadenó una tormenta social que transformó para siempre el destino de Colombia. El asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán no solo provocó la destrucción de gran parte de la capital, sino que dio inicio a décadas de conflicto armado que aún resuena en la actualidad.

La tarde del 9 de abril de 1948 parecía un día normal en Bogotá que albergaba en ese momento la IX Conferencia Panamericana, evento que daría origen a la Organización de Estados Americanos (OEA) y que reunía a importantes líderes del continente. Entre ellos, un joven estudiante cubano llamado Fidel Castro, quien tenía programada una reunión con Gaitán para esa misma tarde.

Sin embargo, al mediodía, cuando el carismático líder liberal salía de su despacho en el edificio Agustín Nieto acompañado por amigos y colaboradores, tres disparos acabaron con su vida. Uno en la nuca y dos en el torso fueron suficientes para silenciar a quien muchos consideraban la esperanza de cambio para Colombia.

 

El estallido popular: furia y destrucción

La noticia del asesinato se propagó por Bogotá con la velocidad de un incendio, y la indignación popular no tardó en manifestarse. Una multitud enfurecida persiguió a Juan Roa Sierra, señalado como autor material del crimen. A pesar de los intentos de un agente de policía por protegerlo en una droguería cercana, la turba logró alcanzarlo, lo linchó brutalmente y arrastró su cadáver hasta las escalinatas del Capitolio Nacional.

Lo que siguió fue una de las revueltas más destructivas en la historia de Colombia. Miles de personas tomaron las calles del centro de Bogotá exigiendo la renuncia del presidente conservador Mariano Ospina Pérez, a quien culpaban del magnicidio. Los manifestantes, muchos de ellos armados con palos, machetes y armas entregadas por policías simpatizantes del partido liberal, saquearon comercios, incendiaron tranvías y atacaron edificios gubernamentales e iglesias.

"La ciudad quedó semidestruida. El saldo de víctimas oscila entre 500 y 3.000 personas, mientras que los daños materiales incluyeron 142 construcciones incendiadas o destruidas, entre casas particulares, hoteles e iglesias del centro histórico", explica el historiador Arturo Alape, uno de los investigadores más destacados del fenómeno conocido como El Bogotazo.

Los disturbios se extendieron rápidamente por el país. En Armero, Tolima, por ejemplo, un párroco que intentó detener las protestas fue asesinado por la multitud enfurecida. Este sacerdote, Pedro María Ramírez Ramos, sería posteriormente beatificado por el Papa Francisco durante su visita a Colombia en 2017.

Un misterio sin resolver: ¿quién mató a Gaitán?

Setenta y siete años después, el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán sigue siendo uno de los grandes enigmas de la historia latinoamericana. Aunque la justicia colombiana sentenció en 1978 que Juan Roa Sierra, un hombre con problemas mentales, actuó solo y por motivos personales, numerosas investigaciones posteriores han cuestionado esta versión.

Durante el proceso judicial surgieron testimonios que indicaban que Roa Sierra no fue el verdadero asesino, sino que fue utilizado como chivo expiatorio. Varios testigos afirmaron haber visto a dos hombres sospechosos vigilando las oficinas de Gaitán durante las semanas previas al crimen. El ascensorista del edificio, Pablo López, incluso había advertido sobre estos individuos a la secretaria del líder liberal.

Gloria Gaitán, hija del político asesinado, ha mantenido durante décadas que la CIA y sectores del Estado colombiano fueron los responsables del magnicidio, como parte de una operación denominada "Pantomima". Otros investigadores han señalado posibles conexiones con el gobierno conservador de la época, grupos económicos poderosos e incluso intereses extranjeros presentes en la Conferencia Panamericana.

En 2018, la Comisión de la Verdad de Colombia, creada en el marco de los Acuerdos de Paz con las FARC-EP, anunció que solicitaría a la Fiscalía General de la Nación declarar el magnicidio como delito de lesa humanidad para reabrir la investigación sobre sus verdaderas causas.

 

El nacimiento de "La Violencia"

El asesinato de Gaitán y los eventos del Bogotazo marcaron el recrudecimiento de un período conocido como "La Violencia", una guerra civil no declarada entre liberales y conservadores que ya se gestaba desde años atrás.

Este conflicto político-partidista dejó más de 200.000 muertos en la década siguiente y generó profundas heridas en la sociedad colombiana. Durante este período surgieron los primeros grupos de autodefensas armadas que más tarde se convertirían en las guerrillas de las FARC-EP y el ELN. Paralelamente, aparecieron grupos paramilitares como los "Chulavitas" de Boyacá y los "Pájaros" liderados por León María Lozano, alias "El Cóndor".

"El Bogotazo no fue solo un día de furia popular, sino el detonante de una violencia estructural que transformó las dinámicas sociales y políticas del país", afirma el sociólogo e investigador Francisco Leal Buitrago. "Las consecuencias de aquella tarde de abril se siguen sintiendo en la Colombia contemporánea".

Del Frente Nacional al conflicto contemporáneo

Para poner fin a "La Violencia", los partidos Liberal y Conservador establecieron en 1958 el Frente Nacional, un pacto que les permitía alternarse en el poder durante 16 años. Esta solución, si bien redujo temporalmente la confrontación bipartidista, excluyó a otras fuerzas políticas y contribuyó a la radicalización de movimientos sociales que optaron por la lucha armada.

El legado del Bogotazo se entrelaza así con la historia del conflicto armado colombiano. En 2011, el presidente Juan Manuel Santos estableció el 9 de abril como el "Día de la Memoria Histórica y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado", reconociendo la conexión entre aquel trágico evento y la violencia posterior.

Un símbolo que pervive

Jorge Eliécer Gaitán se ha convertido en un símbolo histórico nacional comparable a los próceres de la independencia colombiana. Su figura, su oratoria y sus ideas de justicia social continúan inspirando a movimientos políticos y sociales en el país.

Su famosa "Oración por la Paz", pronunciada durante la Marcha del Silencio en febrero de 1948, resuena aún con inquietante actualidad: "Señor Presidente: Le pedimos cosa sencilla para la cual están de más los discursos. Le pedimos que cese la persecución de las autoridades. Os pedimos pequeña y grande cosa: que las luchas políticas se desarrollen por cauces de constitucionalidad".

El Bogotazo ha sido inmortalizado en numerosas obras literarias, cinematográficas y teatrales. Desde "El día del odio" de José Antonio Osorio Lizarazo hasta "El crimen del siglo" de Miguel Torres, pasando por documentales como "Bogotazo: Historia de una ilusión" y películas como "Roa" y "Confesión a Laura", la cultura colombiana continúa procesando los traumas de aquel día que cambió el rumbo del país.

A 77 años del magnicidio, Colombia sigue buscando respuestas sobre uno de los episodios más trágicos y determinantes de su historia reciente. El eco de aquellos disparos en la carrera séptima de Bogotá continúa reverberando en la memoria colectiva de un país que lucha por cicatrizar sus heridas y construir un futuro de paz.

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Alerta Tolima