Homicidio de soldado revela red de microtráfico en base militar del Tolima

La muerte del Soldado Carlos Javier Álvarez Herrera a manos de dos de sus compañeros  adscritos a la base Fuerza 1 que opera en zona rural del municipio de Líbano y que está adscrita al Batallón Patriotas del municipio de Honda, permitió por parte de las autoridades de la Sijin de la Policía, así como del propio Ejército conocer todo un entramado delictivo que se sustenta en la venta de marihuana al interior de las instalaciones militares.

Por decisión del Juzgado Sexto de Garantías de Ibagué, ante la petición elevada por la Fiscalía en contra de Diego Robayo Bejarano y Samuel Beltrán Ballesteros se decidió enviarlos a la cárcel de Picaleña, como presuntos responsables de los delitos de Homicidio y porte ilegal de armas de uso privativo de las Fuerzas Militares.

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Según indicó la delegada fiscal en audiencia ante los despachos judiciales, los detenidos y ahora imputados, habrían decidido ajustar por su propia mano, varias de las diferencias y roses que tuvieron en su momento al interior del fuerte militar con Álvarez Herrera, por lo que además de hurtar un fusil de uno de sus compañeros calibre 5.56, procedieron a sacar a su víctima de su turno de centinela y luego de llevarlo a un paraje de la vía que comunica a la vereda San Vicente de Líbano, proceden a dispararle en varias ocasiones hasta ocasionarle la muerte en forma definitiva de un disparo en la cabeza por la parte posterior.

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El crimen que se presentó en la noche del 25 de diciembre, se definió por parte de los victimarios, luego que el occiso en medio de sus enfrentamientos mediáticos procediera a robarles un paquete de marihuana, por lo que sabiendo de su adicción a la droga y en un esfuerzo por poder ganar su confianza, le dijeron que los acompañará a recoger un paquete de droga, sin saber que este sería el fin a manos de sus compañeros de escuadra.

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Los uniformados quienes no aceptaron cargos deberán permanecer privados de su libertad, cabe mencionar que en el acto Procesal, y luego del dictamen de medicina legal, se conoció que el primero en disparar en contra de Álvarez Herrera, fue el soldado Beltrán,   lo cual mal herido y ya agonizando, el uniformado exclamó turnado en tierra, "Beltrán,  me mato", a lo que su victimario repuso al decirle a Robayo que lo callara, siendo este quien le dispara por detrás de la cabeza ocasionando su deceso.