Más de 300 familias indígenas están confinadas por combates entre grupos ilegales
Los integrantes de 300 familias que conforman el resguardo Amparradó, ubicado entre los municipios de Dabeiba y Frontino (Antioquia), denunciaron el confinamiento del que están siendo víctimas desde hace varios meses, como consecuencia de los constantes combates entre los grupos armados ilegales que se disputan el control de esta zona.
Los indígenas señalaron que evitan salir de sus casas por temor a quedar en medio del fuego cruzados, mientras agregaron que constantemente son usados como escudos humanos por esas organizaciones, poniendo en peligro la vida de adultos mayores y menores de edad.
El consejero de Derechos Humanos de la Organización Indígena de Antioquia (OIA), Alexis Espitia, advirtió que en esa región se han sembrado minas antipersonal, en las que han resultado heridas nueve personas.
De acuerdo con el vocero, “hasta la fecha tenemos registro de nueve personas han pisado estas minas, tres indígenas fallecieron por las heridas. Es una problemática que se está expandiendo por todo el territorio”.
Los habitantes del resguardo que pertenecen al pueblo Embera Eyávida, no pueden salir a cazar, pescar y tampoco pueden acceder a los cultivos. Los alimentos escasean y ya se reportan casos de desnutrición entre menores de edad.
Finalmente, el vocero aseguró que la presencia de la fuerza pública no es suficiente. Alexis Espitia denunció que “en estos lugares no hay garantías de salud, educación y sostenibilidad. Además necesitamos que estos grupos ilegales salgan lo más rápido posible de la zona”.
La Organización Indígena de Antioquia expresó que “los pueblos indígenas del departamento exigimos la salida inmediata de nuestros territorios de actores armados de toda índole, tanto legales como ilegales. Los territorios indígenas desde nuestras cosmovisiones y gobiernos propios, son territorios de paz entre los hombres”.