Juan Fernando Cristo, Ministro del Interior
Juan Fernando Cristo, Ministro del Interior
Camila Díaz - Sistema Integrado Digital RCN Radio
31 Dic 2024 06:18 PM

El decreto 1621 puso al descubierto el desequilibrio presupuestario del Gobierno Petro

Tatty
Umaña G.
El ajuste fiscal del gobierno golpea directamente a los programas sociales.

En un giro dramático para las finanzas públicas colombianas, el Gobierno Nacional se encuentra ante un complejo escenario fiscal que obliga a realizar ajustes significativos en el presupuesto del próximo año. El reciente decreto 1621 ha puesto en evidencia un desequilibrio presupuestario que requiere acciones inmediatas para garantizar la estabilidad económica del país.

Según las cifras oficiales, mientras los ingresos proyectados alcanzan los 511 billones de pesos, los gastos previstos se elevan a 523 billones, generando un déficit de 12 billones que debe ser subsanado tras el fracaso de la reforma tributaria en el Congreso. El Ministro de Hacienda, Diego Guevara, ha señalado que se encuentra en preparación un nuevo decreto de recorte presupuestal para abordar este desbalance.

La situación ha generado particular preocupación en el sector social, donde ya se anticipan impactos significativos. El director de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar, ha confirmado que varios programas emblemáticos sufrirán recortes sustanciales. En una declaración que ha causado revuelo, Bolívar anunció la suspensión del programa "Colombia sin Hambre" para el próximo año, marcando un retroceso en la lucha contra la inseguridad alimentaria.

No obstante, el Gobierno ha establecido prioridades claras en medio de la crisis. Se mantendrán intactos los subsidios para adultos mayores, la renta del cuidado destinada a mujeres cabeza de hogar con niños menores de seis años, y el programa de devolución del IVA. Además, se está evaluando la continuidad del programa de renta joven, aunque su futuro aún no está completamente asegurado.

El ajuste fiscal que se avecina representa un desafío sin precedentes para la administración actual. El Ministerio de Hacienda se encuentra en la difícil tarea de identificar los rubros específicos que sufrirán recortes, mientras intenta mantener un equilibrio entre la responsabilidad fiscal y la protección de los programas sociales más críticos.

Esta situación pone de manifiesto la fragilidad de las finanzas públicas y la necesidad de encontrar soluciones estructurales para garantizar la sostenibilidad de los programas sociales. El fracaso de la reforma tributaria en el Congreso ha dejado al Gobierno con opciones limitadas, forzando decisiones difíciles que afectarán directamente a la población más vulnerable.

Los próximos días serán cruciales para conocer los detalles específicos del decreto de recorte presupuestal. La expectativa es alta entre los diferentes sectores de la sociedad, especialmente aquellos que dependen de los programas sociales del Estado. El Gobierno enfrenta el reto de mantener la estabilidad fiscal sin comprometer excesivamente su agenda social, en un momento donde la población más vulnerable requiere mayor apoyo estatal.

La situación actual plantea interrogantes sobre la capacidad del Estado para mantener sus compromisos sociales en un contexto de restricción presupuestal, y resalta la importancia de encontrar fuentes alternativas de financiamiento para los programas sociales fundamentales.

Son muchas las voces que se elvan a través de redes sociales y medios de comunicación preguntándose la razón del porque son afectados los programas sociales y ejecutan un apretón de cinturón al interior de Gobierno mismo.

Siendo un gobierno que desde campaña hablaba de la defensa del los menos favorecidos, de los jóvenes, entre muchas otras cosas, no es concebible, que los primeros afectados sean aquellos que prometieron proteger.

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Fuente
Alerta Tolima