salud cardiovascular
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Suministrada
21 Mar 2025 09:44 AM

¡Alerta! El 87% de los colombianos adultos tiene colesterol alto y podría no saberlo

Tatty
Umaña G.
Más de 115.000 colombianos fallecieron por enfermedades cardiovasculares entre 2023 y 2024, convirtiéndose en la primera causa de muerte.

Un silencioso asesino se ha convertido en la principal amenaza para la salud de los colombianos. Las enfermedades cardiovasculares (ECV) se mantienen como la causa número uno de mortalidad en el país, cobrando más de 115.000 vidas entre enero de 2023 y octubre de 2024, según revelan las más recientes cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).

Esta alarmante situación, que afecta tanto a adultos mayores como a población cada vez más joven, pone de manifiesto la urgente necesidad de implementar estrategias más efectivas de prevención, diagnóstico temprano y tratamiento oportuno para combatir una epidemia que crece de manera sostenida en el territorio nacional.

La enfermedad coronaria: el mayor desafío cardiovascular

Dentro del amplio espectro de enfermedades cardiovasculares, la enfermedad coronaria se posiciona como la de mayor frecuencia en términos de mortalidad no solo en Colombia sino en todo el mundo. Esta patología se desarrolla cuando los vasos sanguíneos que transportan la sangre desde el corazón hacia los distintos órganos se estrechan o bloquean, impidiendo el adecuado suministro de oxígeno y nutrientes.

Este proceso de estrechamiento y obstrucción de las arterias coronarias está estrechamente vinculado con la acumulación de placas de colesterol en las paredes arteriales, un fenómeno conocido como aterosclerosis, que puede desarrollarse durante años sin presentar síntomas evidentes hasta que ocurre un evento cardiovascular agudo, como un infarto de miocardio.

 

El colesterol LDL: el enemigo silencioso detrás de la enfermedad coronaria

Entre los diversos factores de riesgo modificables asociados a la enfermedad coronaria, la dislipidemia —caracterizada por niveles elevados de colesterol LDL o "colesterol malo"— se destaca como el más relevante y determinante para el desarrollo de complicaciones cardiovasculares graves.

Lo más preocupante de esta situación es que, según estudios realizados en Colombia, hasta el 87% de la población adulta presenta esta condición, muchas veces sin saberlo debido a la ausencia de síntomas característicos. Este alarmante porcentaje convierte a la dislipidemia en un problema de salud pública que requiere atención prioritaria.

"La dislipidemia es principalmente asintomática y solamente se diagnostica a través de pruebas de laboratorio, por eso es importante conocer los niveles de colesterol de forma periódica", advierte el Dr. Ángel García, cardiólogo y miembro de la Sociedad Colombiana de Cardiología.

Un problema que afecta cada vez más a los jóvenes

Contrario a la creencia popular de que las enfermedades cardiovasculares son exclusivas de personas mayores, los datos recientes muestran un preocupante aumento de casos en adultos jóvenes. Estudios científicos indican que este grupo demográfico presenta un incremento en la incidencia de infartos vinculados a factores de riesgo como la dislipidemia, el sedentarismo y el tabaquismo.

Este fenómeno puede atribuirse en gran medida a los cambios en los estilos de vida de las nuevas generaciones, caracterizados por hábitos alimenticios poco saludables, elevados niveles de estrés, reducción de la actividad física y aumento en el consumo de tabaco y alcohol. La combinación de estos factores ha creado el escenario perfecto para que las enfermedades cardiovasculares afecten a segmentos poblacionales cada vez más jóvenes.

 

La detección temprana: clave para salvar vidas

Ante este panorama, los especialistas insisten en la importancia del diagnóstico precoz como herramienta fundamental para prevenir complicaciones graves y salvar vidas. "La detección temprana de niveles altos del colesterol LDL permite aplicar intervenciones oportunas para prevenir complicaciones graves, como infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares", explica el Dr. García.

Las pruebas de perfil lipídico, que miden los niveles de colesterol total, colesterol LDL, colesterol HDL y triglicéridos, representan el método diagnóstico más efectivo y accesible para identificar la dislipidemia. Los expertos recomiendan realizar estas pruebas de manera regular, especialmente a partir de los 20 años y con mayor frecuencia si existen antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular o factores de riesgo adicionales.

Avances en el tratamiento: más allá de las estatinas

El manejo de la dislipidemia ha experimentado notables avances en los últimos años, con la incorporación de nuevas alternativas terapéuticas que complementan el tratamiento tradicional con estatinas. Entre estas innovaciones destacan los inhibidores de proteínas, medicamentos que representan un significativo avance en la prevención tanto del primer evento cardiovascular como de su recurrencia.

"Un tratamiento integral para alcanzar niveles óptimos de colesterol LDL incluye hábitos de vida saludables y adherencia al tratamiento farmacológico, el cual puede componerse de estatinas o medicamentos innovadores, como los inhibidores de proteínas, para prevenir eventos coronarios adversos o su repetición", señala el Dr. García, enfatizando la importancia de un enfoque multidisciplinario en el manejo de estos pacientes.

 

El rol fundamental de la prevención

A pesar de los avances en el diagnóstico y tratamiento, la prevención continúa siendo la estrategia más efectiva para reducir la mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Las medidas preventivas incluyen la adopción de estilos de vida saludables, como una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras y alimentos bajos en grasas saturadas y trans.

Asimismo, la práctica regular de actividad física, el mantenimiento de un peso corporal adecuado, la eliminación del hábito tabáquico y la reducción del consumo de alcohol son medidas que han demostrado ser altamente efectivas para disminuir el riesgo cardiovascular.

El compromiso del sector salud

Frente a esta problemática, diversos actores del sistema de salud colombiano han asumido el compromiso de desarrollar iniciativas orientadas a mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares.

"Como parte de nuestro compromiso tenemos la misión de acercar soluciones en salud cardiovascular a la comunidad médica con el objetivo de mejorar los desenlaces y el cuidado de los pacientes", afirma Carlos Salamanca, Gerente Médico de Cardiovascular de Sanofi Colombia, una de las compañías farmacéuticas que trabajan en el desarrollo de soluciones innovadoras para el manejo de las dislipidemias y la prevención de eventos cardiovasculares.

Un llamado a la acción

Las cifras son contundentes y el mensaje es claro: Colombia enfrenta una epidemia de enfermedades cardiovasculares que requiere una respuesta coordinada y decidida por parte de las autoridades sanitarias, los profesionales de la salud, la industria farmacéutica y, por supuesto, la población general.

Es fundamental intensificar las campañas de concientización sobre la importancia de conocer los niveles de colesterol y otros factores de riesgo cardiovascular, promover estilos de vida saludables desde edades tempranas y garantizar el acceso oportuno a los tratamientos más avanzados disponibles para quienes ya han sido diagnosticados con dislipidemia o enfermedad coronaria.

Solo a través de un esfuerzo conjunto será posible revertir esta tendencia y reducir la mortalidad asociada a las enfermedades cardiovasculares en Colombia, salvando miles de vidas y mejorando la calidad de vida de millones de personas en todo el país.

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Alerta Tolima