Drogas Copifam, cuarenta años de una empresa tolimense en constante crecimiento
Un día, tras un partido del Deportes Tolima, en Cali, cuyo resultado no favoreció a los Pijaos, un bus lleno de hinchas fieles del vinotinto y oro hizo una parada en el municipio de Cajamarca; allí venía un joven visionario y lleno de ilusiones, que para ese momento llevaba 12 años como mensajero de una farmacia, al bajarse en la despensa agrícola del centro del país, se enamoró de esa bella tierra y un día como hoy, pero de 1983, a las 6:00 a.m., Alexander Ospina, abría las puertas de la primera sede de Copifam, son cuarenta años de una bella historia.
Cuarenta años de historia
Alexander Ospina, con la misma humildad del primer día en su amada Cajamarca, ese en el que cerró a las 8:00 p.m. con tan solo una venta, que realizó a las 3:00 p.m. de un popular antiácido efervescente, habló con Alerta Tolima sobre esta historia que hoy cumple 40 años.
Iniciar en Cajamarca, fue producto del enamoramiento que ese municipio le provocó a Alexander y ratifica a diario que fue la mejor decisión, tanto así que aún hoy, Copifam hace presencia en el marco del parque principal del municipio.
El visionario
Alexander Ospina es ibaguereño, nacido y criado en el barrio Ricaute, a los 12 años empezó a trabajar como mensajero de una farmacia, aprendió, conoció proveedores y se enamoró del negocio, con $80.000, algo de mercancía y unas pocas vitrinas, dio el salto a la independencia y en Cajamarca inicia su carrera como empresario.
Tiempo después abre su primera farmacia en Ibagué, en las inmediaciones de la Plaza de Mercado de la 21, más exactamente en la 20 con 4ª, para más adelante abrir la que alberga la oficina principal de Drogas Copifam en la Avenida 5ª con calle 22.
Su familia es el eje principal de todo, su esposa Orladys Acero, sus hijos Danny Alexander y Diana Lorena, hacen parte importante del desarrollo empresarial de Copifam, su esposa ha estado siempre firme apoyando el camino de crecimiento y sus hijos han aportado a los cambios y modernización de la empresa.
Es un hombre grato, por ello mantiene su vínculo con Cajamarca y su farmacia en dicho municipio cada vez es más especial, para los 100 años del municipio y haciendo un homenaje al campesino que con su empeño y gran labor la ha convertido en la despensa agrícola del centro del país.
Una empresa tolimense que recorre Colombia
La presencia de Copifam no se limita al territorio tolimense, hoy en día hace presencia en Pereira, Armenia, Tolima, Meta, Boyacá y Cundinamarca.
Hoy en su aniversario cuarenta, se vive una absoluta fiesta, hay caravana, inician las ofertas especiales y dan apertura al punto # 100 que se encuentra ubicado en Ibagué en el sector de Los Lagos, enseguida de la Clínica Avidanti. Su planta de personal supera los 350 colaboradores; a lo largo de estos 40 años se han pensionado más de 30 personas; y en este momento entre los que se encuentran por cumplir su tiempo para gozar de su pensión está Mónica Ortegón, actual Jefe de Cartera con más de 20 años de servicio a la empresa.
Al preguntarle a Alexander por el significado de Copifam nos dice, “su significado es Cooperando con la Integración Familiar, nuestra empresa es una familia, cada uno de nuestros colaboradores y sus familias son nuestra familia.”
Felicitamos y ponemos de ejemplo a Alexander Ospina, su familia y sus colaboradores, porque incluso en pandemia, cuando muchos estaban bajando la reja o despidiendo personal, ellos contrataron en Ibagué, a 40 domiciliarios con moto, para prestar un mejor servicio.
A hoy, Copifam tiene sucursales con servicio 24 horas, domicilios, línea Whatsapp para pedidos y muy pronto tendrán más mini mercados con una gran oferta para cubrir la mayoría de las necesidades de sus clientes. Una empresa del Tolima para el Tolima y Colombia.
“A lo largo de estos 40 año, ante todo, agradecer a Dios y a la Virgen. Haciendo memoria, pareciera que fuera ayer, esa primera apertura a las 6:00 de la mañana, con una inversión de $80.000 y sin ningún tipo de créditos, era muy joven y no había quien me prestara”, palabras llenas de nostalgia, pero con gran orgullo de Alexander Ospina.