
Hoy 20 de marzo: Día Internacional de la Felicidad, una celebración para recordar lo esencial
En medio de un mundo acelerado y a menudo abrumador, el 20 de marzo nos invita a hacer una pausa y reflexionar sobre algo fundamental pero frecuentemente olvidado en nuestra cotidianidad: la felicidad. Hoy se celebra el Día Internacional de la Felicidad, una fecha establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para reconocer la importancia del bienestar y la felicidad como aspiraciones universales de los seres humanos.
Esta celebración, que alcanza su decimotercer aniversario en 2025, busca promover políticas públicas que contribuyan al bienestar y recordarnos que, más allá del crecimiento económico, la verdadera riqueza de las naciones reside en la felicidad de sus ciudadanos.
Origen y fundamento de la celebración
El Día Internacional de la Felicidad fue establecido por la Asamblea General de la ONU mediante la resolución 66/281 del 28 de junio de 2012, y se celebró por primera vez el 20 de marzo de 2013. La iniciativa surgió gracias al liderazgo del Reino de Bután, un pequeño país himalayo que ha sido pionero en colocar la felicidad como centro de sus políticas públicas.
"El propósito fundamental de este día es reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno", señala la resolución de la ONU que dio vida a esta conmemoración.
La elección del 20 de marzo no es casual. Esta fecha coincide con el equinoccio de primavera en el hemisferio norte (y de otoño en el hemisferio sur), un momento de equilibrio en la naturaleza que simboliza la armonía a la que aspira el ser humano. Además, la primavera representa el renacimiento y la esperanza, valores estrechamente ligados a la felicidad.
De Bután al mundo: la historia del Índice de Felicidad Nacional Bruta
El concepto que inspiró esta celebración internacional tiene sus raíces en Bután, donde el rey Jigme Singye Wangchuck acuñó en 1972 el término "Felicidad Nacional Bruta" (FNB) como alternativa al Producto Interno Bruto (PIB) para medir el progreso de su país.
Bután desarrolló un índice que evalúa la calidad de vida con base en nueve dominios: bienestar psicológico, uso del tiempo, vitalidad comunitaria, cultura, salud, educación, diversidad medioambiental, nivel de vida y gobernanza. Esta visión holística del desarrollo ha inspirado a organismos internacionales y gobiernos alrededor del mundo.
En 2011, la ONU aprobó una resolución que invitaba a los países miembros a dar más importancia a la felicidad y al bienestar en la determinación de cómo lograr y medir el desarrollo social y económico. Un año después, se estableció oficialmente el Día Internacional de la Felicidad.
El Informe Mundial de la Felicidad: un termómetro global del bienestar
Desde 2012, coincidiendo con esta iniciativa, la ONU publica anualmente el Informe Mundial de la Felicidad, un estudio que clasifica a 156 países según el nivel de felicidad de sus ciudadanos. Este informe se ha convertido en una herramienta fundamental para evaluar el progreso social más allá de los indicadores económicos tradicionales.
El informe evalúa factores como el PIB per cápita, la esperanza de vida saludable, la libertad para tomar decisiones vitales, la generosidad, la percepción de corrupción y el apoyo social. Los países nórdicos —Finlandia, Dinamarca, Noruega, Islandia y Suecia— suelen ocupar los primeros lugares, gracias a sus robustos sistemas de bienestar social y altos niveles de confianza en las instituciones.
Una celebración global con distintos matices
Aunque el Día Internacional de la Felicidad se conmemora oficialmente en los 193 países miembros de la ONU, la forma de celebrarlo varía significativamente. En algunos lugares, esta fecha pasa casi desapercibida, mientras que en otros se organizan eventos públicos, conferencias y actividades comunitarias.
En países como Japón, la celebración se vincula con prácticas tradicionales como el "ikigai" (encontrar propósito en la vida). En Dinamarca, se relaciona con el concepto de "hygge" (bienestar a través de la simplicidad y la calidez). En Costa Rica, uno de los países más felices de América Latina según los informes de la ONU, se organizan festivales y actividades al aire libre que promueven el "pura vida", su filosofía de vida positiva.
En Colombia, diversas organizaciones y entidades educativas aprovechan esta fecha para realizar talleres y charlas sobre bienestar emocional, especialmente en un contexto de posconflicto donde la reconstrucción del tejido social es fundamental para la felicidad colectiva.
Diez claves para cultivar la felicidad en la vida cotidiana
Con motivo de esta celebración, expertos en psicología positiva y bienestar emocional comparten algunas recomendaciones para fomentar la felicidad en el día a día:
- Cultivar relaciones significativas: Los vínculos sociales sólidos son el predictor más importante de felicidad.
- Practicar la gratitud: Reconocer las cosas positivas, por pequeñas que sean, puede transformar nuestra perspectiva.
- Mantener actividad física regular: El ejercicio libera endorfinas y mejora el estado de ánimo.
- Encontrar propósito y significado: Conectar con algo más grande que uno mismo genera satisfacción duradera.
- Vivir el presente: La práctica del mindfulness ayuda a disfrutar plenamente el momento actual.
- Ser generoso: Ayudar a otros no solo beneficia a quien recibe, sino que aumenta nuestro propio bienestar.
- Equilibrar trabajo y descanso: El ocio y la desconexión son fundamentales para recargar energías.
- Pasar tiempo en la naturaleza: El contacto con entornos naturales reduce el estrés y mejora el ánimo.
- Aprender continuamente: La curiosidad y el aprendizaje mantienen la mente activa y comprometida.
- Practicar la resiliencia: Desarrollar la capacidad de adaptarse y recuperarse ante las adversidades.
"La felicidad no es un destino al que llegar, sino una forma de viajar", recuerda María Fernández, psicóloga especializada en bienestar emocional. "Consiste en pequeñas decisiones diarias que, acumuladas, transforman nuestra experiencia de vida".
Un recordatorio en tiempos complejos
En un mundo que enfrenta desafíos como el cambio climático, la desigualdad económica y la recuperación tras la pandemia, el Día Internacional de la Felicidad adquiere un significado especialmente relevante. No se trata de promover una felicidad superficial o individualista, sino de recordar que el bienestar colectivo debe ser el centro de nuestras decisiones políticas, económicas y sociales.
Como señaló el Secretario General de la ONU en un mensaje reciente, "la búsqueda de la felicidad es un esfuerzo tanto individual como colectivo". Esta celebración nos invita a reflexionar sobre cómo nuestras acciones cotidianas y políticas públicas pueden contribuir a crear sociedades más felices, justas y sostenibles.
En última instancia, el 20 de marzo nos recuerda que, aunque la felicidad puede parecer un concepto abstracto y subjetivo, construir las condiciones para que todos los seres humanos puedan buscarla y alcanzarla es una responsabilidad compartida y un objetivo por el que vale la pena trabajar cada día.
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