Las historias del terremoto siguen vivas en la memoria de los habitantes del Quindío, 23 años después del sismo que acabó con la vida de 1.185 personas.
Una de las ciudadanas que fue rescatada de entre los escombros recuerda cómo logró sobrevivir. Se trata de Julieth Tejada Gil, quien estudiaba derecho en ese entonces.
Estaba recién casada y llena de proyecto; sin embargo, ese lunes a la 1:19 minutos de la tarde, cuando la tierra se sacudió, todo le cambió para siempre. Julieth quedó sepultada bajo una placa de concreto del edificio donde vivían sus padres. Sostiene que un milagro le permite hoy contar su historia.
“A mí me rescataron a las ocho horas y 40 minutos, lo hicieron mi hermano y personas que se vincularon a ese esfuerzo sobrehumano de levantar tanto material, porque fue un edificio que colapsó donde yo estaba enterrada, y lo peor es que en ese entonces no había maquinaría”, narró Julieth Tejada.
Los recuerdos del médico cirujano Jorge Raúl Ossa Botero no son distintos; sin embargo, quien quedó bajo montañas de escombros fue su mamá.
“Como pudimos nos arrimamos lo más cerca posible al Palacio de Justicia, logramos parquear allí, salí corriendo para la esquina del edificio donde vivía mi mamá y encontré ese edificio caído como un castillo de naipes y ahí me di cuenta que mi madre no había podido sobrevivir. Puse a mi familia en un lugar seguro y me fui para el hospital porque los heridos comenzaron a llegar”, relató Jorge Raúl Ossa.
Para ambos quienes cada 25 de enero cierran los ojos y reviven ese momento, esta fecha esta destinada para recordar y para agradecer.
Tanto los escombros del edificio Colmena, hogar de Julieth, como los de la torre donde encontraron a mamá del doctor Ossa Botero, fueron retiraron y dieron paso a modernas estructuras. Lo que jamás podrán remover son los recuerdos de sus familiares, en ese día en que la tierra del café se hizo sentir.mplementó Mosquera.
Dificultades
Aunque el proceso de reconstrucción de la ciudad fue eficiente, son varios los aspectos que no se han sostenido en el tiempo, como lo social, lo empresarial y temas de seguridad.
Desde la Academia de Historia del Quindío, Fernando Jaramillo Botero, indicó que desde aquel movimiento telúrico de 6.2 grados en la escala de Richter y con profundidad de 17 kilómetros, han pasado dificultades como alcaldes de Armenia destituidos, inhabilitados, gobernadores sancionados y sometidos a otros procesos.
A nivel departamental, mencionó que hace falta más trabajo integrado para superar dificultades como la falta de empleo.
En materia de arquitectura, Fernando Jaramillo expresó que se perdieron elementos de la típica colonización antioqueña en algunos municipios. En cuanto a la reconstrucción física, señaló que se logró casi en su totalidad en unos tres años luego del sismo.
Formalización de barrios
En Armenia, como ciudad capital, fueron reubicadas cuatro mil familias tras el terremoto. El directo del Departamento Administrativo de Planeación, Diego Fernando Tobó, indicó que los barrios construidos para este fin están aún en proceso de formalización.
En algunos sectores de la capital quindiana se construyeron asentamientos para miles de familias que se quedaron sin un hogar, las cuales, a lo largo de varios años, fueron siendo ubicadas en diferentes comunas. Tobón, expresó que la dificultad en la actualidad radica en las invasiones que vienen creciendo.
Señaló que se está haciendo un trabajo articulado con otras autoridades para seguir atacando este flagelo que afecta a muchos en Armenia.
Deuda en salud mental
Todavía quedan secuelas en la salud mental de los quindianos tras el terremoto de 1999. Situación que se ha tornado más compleja con la pandemia por el covid-19.
A partir de la tragedia que se vivió hace 23 años en Armenia, quedan memorias muy vívidas de los hechos que generan estrés post traumático y que podrían haber agudizado algunas problemáticas sociales como la depresión, las tendencias suicidas, la agresión entre otros, así lo indicó el gerente del Hospital Mental de Filandia, Carlos Buitrago.
El profesional de la salud señaló que cada vez es mayor el número de personas que reconoce la importancia de cuidar su salud mental, también invitó a resignificar cada vivencia y cada momento.
Riesgo
Después de 23 años de ocurrido el fenómeno natural, desde las comunidades y entidades en Armenia aún hay vacíos en materia de Gestión del Riesgo y en cómo reaccionar frente a un sismo.
Si bien ingenieros, expertos en prevención y conocimiento sobre sismicidad destacan el aprendizaje de las últimas dos décadas y el hecho de que en las organizaciones se aborde el tema de los temblores de tierra y como reaccionar frente a ellos, aún queda mucho camino por recorrer. Así lo afirma el ingeniero Fáber Mosquera, especialista en Gestión del Riesgo y coordinador regional del programa Prepare Eje Cafetero.
“Creo que si bien se ha avanzado, aun nos falta y en ese proceso nos falta actuar más proactivamente como habitantes de un territorio que tiene una amenaza sísmica alta, entonces creo que debemos estar más pendiente de esto porque nos acordamos del tema solo cada 25 de enero”, co