El número de muertos por los potentes terremotos del lunes en Turquía y zona de frontera con Siria, superaron en las últimas horas la barrera de los 15.000, según balances de las autoridades que indicaron que del total, más de 13 mil decesos se presentaron en el territorio turco.
Asimismo, en los dos países golpeados por el desastre se contabilizan también más de 58.000 heridos, muchos con fracturas y cortes de gravedad.
En Turquía, un total de 6.444 edificios en diez provincias del sureste han colapsado por los fuertes terremotos, según el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, quien reconoció que inicialmente las autoridades tuvieron algunos problemas en las tareas de rescate.
"El primer día hubo algunos problemas, pero el segundo y hoy las cosas están bajo control. Empezaremos a retirar los escombros y nuestro objetivo es reconstruir las viviendas de Kahramanmaras y las otras ciudades afectadas en el plazo de un año", prometió.
Además, Erdogan anunció ayudas económicas para las víctimas por valor de 10.000 liras turcas (495 euros/530 dólares) por persona damnificada.
Por su parte, en Siria, inmersa en una guerra civil desde hace más de una década, la información sobre víctimas y afectados proviene, por un lado, del Gobierno de Bachar al Asad y, por otro, del último enclave del país controlado por la oposición, rodeado por fuerzas gubernamentales apoyadas por Rusia.
Hasta el momento, 1.262 personas han perdido la vida y otras 2.285 han resultado heridas por los seísmos en zonas controladas por Damasco, mientras que otras 1.730 han fallecido y 2.850 han sufrido lesiones en áreas opositoras.
"Se espera que la cifra aumente considerablemente debido a la presencia de cientos de familias bajo los escombros de las casas destruidas. Nuestros equipos continúan con las operaciones de rescate en medio de las difíciles circunstancias", dijo el grupo de rescatistas Cascos Blancos, que operan en áreas opositoras.
En las zonas controladas por Damasco, casi 300.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares como consecuencia de los seísmos, mientras que el Gobierno de Al Asad ha abierto un total de 180 refugios para acoger a los afectados y ha desplegado 157 unidades móviles a las provincias más afectadas.