Este martes, en la Comisión Segunda de Cámara de Representantes aprobamos la ratificación del “Convenio entre el Gobierno de la República de Colombia y el Gobierno de la República Francesa para evitar la doble tributación y prevenir la Evasión y la Elusión fiscal con respecto a los impuestos sobre la renta y sobre el patrimonio”.
Con ese nombre tan ladrilludo y complicado a nadie le dan ganas de ponerse a pensar en los beneficios que genera este acuerdo, lo cual es entendible. Pero por eso quiero en esta columna mencionarlos y plasmarlos de una manera muy sencilla para que todos los colombianos los conozcan, y en especial, los campesinos.
Para explicar de manera sencilla en que consiste el convenio o acuerdo: este genera que empresas colombianas que invertían en Francia, no tengan que pagar impuestos por ganancias en ese país, que ya hayan sido gravados en Colombia. Es decir, esto es para que nadie que pague impuestos en Colombia y tenga inversiones en Francia, tenga que pagar impuestos por el mismo hecho acá y allá. Funciona igual para franceses que invierten en Colombia, mientras no sea que tienen una sucursal aquí, razón por la que sí tendrían que pagar impuestos en nuestro país.
Por poner un ejemplo: si un grupo de campesinos tiene una cooperativa con la que comercializa maíz en Colombia, hoy en día, para poder exportarlos directamente a Francia, sin intermediario sino ellos directamente, tiene un papelerío interminable, y de paso, se incluía una obligación a que pagaran impuestos allá por vender la fruta, pero también acá en Colombia por la renta ganada.
Ahora, con la entrada en vigor de este acuerdo, solo se pagará en Colombia, evitando que les quiten más ganancias a los productores del campo y a quiénes les compran o invierten en sus cultivos.
Con esto, además de que nuestros productores del campo puedan tener menos barreras para exportar sus productos sin necesitar de un intermediario, o al menos con menos costos, Colombia empieza a tener un papel muy importante para los inversionistas que no solo quieren comprar nuestros productos agrícolas sino para los que quieren invertir directamente en los cultivos de los campesinos colombianos.
Se sabe que los franceses están particularmente interesados en invertir en producción agrícola del café, cacao, frutas y hortalizas y productos lácteos, lo que termina ofreciendo nuevas posibilidades para la industria del agro en el Tolima, que es líder en producción en muchos de estos (además del arroz), como el café, cacao, frutas como el mango y los cítricos, el aguacate, el maíz, y los productos lácteos, precisamente, lo que Francia necesita.
Entonces, no quiero dejar ir esta oportunidad para mencionarle a nuestros productores del campo que estamos trabajando por ellos. No solo en proyectos de créditos y de beneficios financieros, sino también en proyectos que les van a generar apoyo por otros lados. Esta aprobación nos va a poner finalmente a competir, y no estar más detrás de países como Brasil, con el café y maíz, Ecuador, con el cacao, el café y el banano y México, con el aguacate y el limón.
En medio de esta pandemia, estos son los proyectos que ayudarán a los trabajadores del campo a salir de la crisis.
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