Profesor: Vocación, honestidad y transparencia

Por: Coronel Nicolás Carmen Aristizábal – Comandante Metib

Durante esta semana, tuvimos un sinnúmero de fechas especiales, pero sin lugar a dudas, una de las más importantes, fue la del “Día del Maestro”, mujeres y hombres que nacieron con la vocación de formar a las nuevas generaciones.

Este acontecimiento se remonta al 15 de mayo de 1.950, cuando el papa Pío XII proclamó a San Juan Bautista de La Salle, como “patrono universal de todos los educadores”, el mismo año la Presidencia de la República declaró esta fecha como el día del Maestro en nuestro país.

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¿Ser Maestro?, para algunos es alguien que tiene la capacidad de soportar muchos estudiantes durante horas; para otros, es una persona a la que recordamos porque nos enseñó a leer y escribir.

Etimológicamente “Maestro” es un vocablo derivado de la antigua palabra latina Magíster, “el mejor o el jefe”; “maestro” es la persona que más sabe, como en una orquesta, quien dirige es él, porque es “el mejor o el jefe”.

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Hace 30 años el maestro, era la autoridad en la clase y fuera de ella, era quien tenía la razón sin podérsele refutar en su magistral intervención, pero como al igual que la vida, esta profesión es dinámica y cambiante.

Hoy las clases no son tan rígidas, se permite la interacción entre docente y aprendices, con un grado de camaradería, confianza o fraternidad.

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Lo que sí no se puede olvidar es el respeto al profesor (a), el respeto viene de casa, escuchamos de manera equivocada “es que esos profesores no le enseñan a los muchachos a respetar”, cuando los principios y valores de cualquier ser humano, se adquieren al interior del hogar y son reforzados por el maestro.

Las miles de horas que han estado acompañando a muchas generaciones de estudiantes, han marcado un importante recuerdo, pero en el hogar, ya no se enseña que el maestro se respeta, regalándole una sonrisa y un saludo.

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Desconocer su autoridad ha descompuesto la convivencia, cada vez son más los menores implicados en delitos, hay que ayudar más a los maestros, educando nuestros hijos enviándolos al colegio conociendo el respeto al otro.

Las mujeres y hombres de la Policía Metropolitana de Ibagué, no podemos dejar pasar por alto esta celebración sin agradecer a estas personas importantes para cualquier sociedad, a las cuales no nos queda más que transmitirles nuestro mensaje de respeto, cariño, aprecio y admiración.

Dios y Patria.

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