Perderte fue el principio de un pequeño fin que me cubrió con la sombra de los excesos que me propuse por la derrota y el desamor, no creo que exista caída más profunda y clara que la del desarraigo impuesto por el objeto de tu absoluto y sincero amor. Con todo, deseo de corazón que tú nunca te acerques a esa certeza macabra y destructiva.
Si alguna vez nos volvemos a cruzar en el camino y te detienes a observar te darás cuenta que es más lo que ya no queda de mí después de tu burda partida que lo que compartí contigo siendo ese que ahora se extingue de a poco por tu sola ausencia. Emilio, antes de irse me preguntó si aún te recordaba y le respondí que no: Solo se recuerda un fantasma mientras te posee y tú decidiste irte como lo hiciste.
Teniendo el corazón y los instintos que destruiste quise compartirte todo, pero tú fuiste cerrando puertas hasta que no quedó ni el más mínimo reflejo de las intenciones o del intencionado, no sé qué sea de tu vida pero cada vez que termino enfrentado a un espejo el reflejo es como una marea asesina que viene a desgarrar los palos de esa pequeña barca que es mi vida después de ti.
Viéndote bajar las escaleras que nos acercaron la primera noche supe que no podía perderte, el destino es cosa seria cuando se presenta ante ti en la que crees y sientes su mejor versión. Es maravilloso lo tontos que podemos llegar a ser por solo caer en esa trampa que llaman EL AMOR. No se parecen esas escaleras a las que cierran el primer libro, pero son tan iguales que terminan conduciendo a cosas como este diálogo inexistente, ¿curioso, no?
Me fui adentrando en tu telaraña con todo el gusto y la intención mientras tú ibas reculando para terminar sentada en mi mesa, mi casa, mintiéndole a la cara a quien solo te quiso bien . Te lo dije alguna vez después de un masmelo ¿no es linda la vida con sus ironías?
Saber la presencia de tu propio demonio interior solo te da la certeza de que nunca vas a ser capaz de contenerlo, recorriendo así el camino solo te queda aprender a convivir con eso o dejarte llevar al abismo; mi error fue no entrever la profundidad que se me expuso con tu llegada en mi camino, de haberme detenido en ese pequeño gran detalle quizá no cargaría esta tristeza que quema mis hombros y mis huesos todos cada tanto, teniendo cada vez menos que quemar pero haciéndolo con mayor ímpetu en cada nueva arremetida. Las alas de la señora bonita con todo y sus labios dispuestos enmarcados en su traje negro lujuria me envuelven siempre que sin volver regresas.
Es maravilloso recordar que te prometí palabras ajenas “te voy a escribir la canción más bonita del mundo…” para terminar escribiendo algo más que nada que ver, no me va quedando mucho más que arrastrar, parafraseando a José Alfredo HAY BESTIAS QUE FUNCIONAN MEJOR SIN RIENDA, tú soltaste la de un animal que lo único que deseaba en un mundo ajeno y extraño era ser domado para ofrendarle la total felicidad a quien lo hiciera. Los escalones que bajaste la primera noche y que fueron nuestro primer acercamiento los sentí como barrotes de la jaula que dócilmente aceptaba por que supe inmediatamente que eras tú y nadie más que tú la que pondría el collar en el cuello del burdo monstruo que dejaría de ser por todo el amor que nos uniría hasta nunca y por siempre. Sonreí como nunca antes lo había hecho mientras tus tacones negros resonaban en cada escalón entregándote con esa sonrisa todo mi ser; fui tuyo desde la primera foto tuya que vi en la pantalla del celular.
Ahora solo supongo que fallé o quizá fallaste tú o el universo entero al concertar ese encuentro intrascendente y tan lleno de expectativas imposibles, ahora solo sé que si algún día te recuerdo será porque tú finalmente me olvidaste, anhelo ese día pero no llega, procuro sol tras luna tras sol invocarlo, atraerlo pero no llega… Será entonces que muy a tu pesar ya nunca voy a dejar de ser parte de ti así hagas lo que hagas y vivas lo que vivas donde quiera que estés.
Que sea entonces la tristeza de nuestras existencias inexistentes para el otro nuestro destino, adiós.