Quince personas, de entre 60 y 80 años, murieron en febrero tras padecer una enfermedad no identificada en una provincia del oeste de la República Democrática del Congo (RDC), indicaron este lunes fuentes oficiales.
"Esta enfermedad, que todavía no ha sido identificada, desde hace un mes se ha cobrado víctimas en la zona de salud de Kasongo-Lunda. Hasta ahora, hemos constatado 15 muertes, todas personas de edad avanzada", señaló a la AFP Jean-Marie Peti, gobernador de la provincia de Kwango (oeste).
"El paciente empieza sintiendo dolores de cabeza, y después en todas partes del cuerpo, fiebre, y luego complicaciones respiratorias", hasta morir", explicó Peti, quien hizo este balance de esta enfermedad aún desconocida.
"El ministro de Salud provincial, médico jefe de la zona de salud de Kasongo-Lunda, así como epidemiólogos de Kinshasa están trabajando sin tregua. Ya han tomado muestras para enviarlas al INRB (Instituto Nacional de Investigaciones Biomédicas)", para intentar identificar la enfermedad, añadió.
Se han constatado dos epidemias, de covid-19 y de chikunguña en esta ciudad fronteriza con Angola, 250 km al sureste de Kinshasa, y sin infraestructura sanitarias adecuadas.
El personal de salud de la ciudad se queja por no recibir salarios regulares, en tanto el acceso a la atención médica se complica por su alto costo respecto al nivel de vida de la población, calculada en más de 1,5 millones de habitantes, sobre todo agricultores con muy bajos ingresos.
La pandemia amenaza con hambruna en los países más frágiles
Un grupo de oenegés de ayuda internacional advirtió el lunes del riesgo de hambruna en siete países frágiles -Afganistán, República Democrática del Congo, Somalia, Sudán del Sur, Siria, Yemen y los campos de refugiados rohinyás en Bangladés- debido al coronavirus.
"El impacto de la pandemia ha paralizado las economías, haciendo que las personas más pobres del mundo sean aún más pobres", afirmó Saleh Saeed, el director general del Comité de Emergencia para Desastres (DEC), que reúne a 14 oenegés, incluidas la Cruz Roja británica, Oxfam y Save the Children.
"Las personas que viven en lugares peligrosos debido a los conflictos, la violencia y las catástrofes climáticas están haciendo frente a la pandemia de coronavirus lo mejor que pueden, pero el destino está en su contra", añadió desde una conferencia virtual de Naciones Unidas sobre Yemen.
Partes de Yemen y Sudán del Sur están ya al borde de la hambruna, que también amenaza a Afganistán y a la República Democrática del Congo, afirma en su último informe el DEC.
"Sin un apoyo continuado, se perderán muchas vidas, no sólo por el propio covid-19, sino también por el impacto económico del virus", subrayó Saeed.
La ONU pidió en la conferencia virtual organizada por Suiza que se recaudaran 3.850 millones de dólares (3.200 millones de euros) para combatir la hambruna en Yemen.
En noviembre, el gobierno conservador británico anunció que recortaba su generoso presupuesto de ayuda internacional en unos 4.000 millones de libras (5.600 millones de dólares, 4.600 millones de euros), desatando la ira de las oenegés en plena pandemia.
El recorte de la ayuda internacional a Yemen "continuaría el lento, doloroso e indecente proceso de matar de hambre" a millones de personas, declaró el lunes a la BBC el exsecretario de Desarrollo Internacional conservador Andrew Mitchell