Veeduría busca recuperar 35 Estatuas de San Agustín 'robadas' hace más de un siglo

Martha  Gil, integrante de la veeduría indicó que “aquellas que eran de tamaño razonable y movibles se las llevó hasta Barranquilla y luego de varios años empezaron a salir estos materiales, atravesando mares, llegaron a Europa que estaba colapsada por las guerras que habían ocurrido, eso fue un hecho desafortunado, llevaron las estatuas hacer transportadas, algunas se destruyeron para poder moverlas, rayadas y los elementos cerámicos se destruyeron, quedando en bodegas muchas décadas” No se sabía mucho de los elementos arqueológicos, solo hasta 1992 se logró el registro cuando el investigador David

Dellenback  viajó al museo Etnológico de Berlín para hacer un registro de la estatuaria, allí Registró 17 estatuas de San Agustín e Isnos  y encontró 14 del departamento de Nariño nunca ante publicadas. El investigador no pudo hallar en las bodegas 4 de las esculturas descritas por Preuss  en su libro. Un avance significativo del proceso de repatriación se logró en el 2017, cuando se llegó a los estrados judiciales, exactamente al Tribunal Superior de Cundinamarca, que falló a favor de la repatriación y se tiene una sentencia que avala y obliga la repatriación.

El Tribunal Judicial falló a favor de la comunidad de San Agustín, amparando los derechos colectivos lesionados por el Estado al no proteger íntegramente el patrimonio cultural, y se firmó un Pacto de Cumplimiento con las autoridades de la nación (Presidencia, Cancillería, Ministerio de Cultura, ICANH , Procuraduría), quedando allí vinculadas y obligadas a adelantar con celeridad la repatriación de las estatuas, además de rendir informes periódicos sobre los avances.

La sentencia de hace siete años durante el Gobierno de Juan Manuel Santos y posteriormente de Iván Duque, al parecer no mostraron interés y ningún tipo de acciones, sin embargo, el actual gobierno estaría realizando ese apoyo y respaldo para lograr la repatriación. El ministro de Cultura, las Artes y los Saberes, Juan Manuel Correa, durante su visita al Huila, aseguró que el proceso de recuperar los elementos arqueológicos marcha por buen camino y que se está brindando el apoyo para lograr la repatriación.

David Dellenback , integrante de la veeduría aseguró que “la situación ha sido compleja ante la institucionalidad colombiana, en Alemania entiende la situación mucho más que en Colombia, donde buscaban hacerle un homenaje a Preuss  que fue rechazado por la comunidad al considerarlo que fue un saqueador del territorio”.

Son 35 objetos líticos que fueron registrados, pero también hay elementos de oro, documentos, fotografías, estatuas de Nariño, y elementos de Huitotos  de la Amazonía, Arahuacos y los Kogui  de la sierra Nevada, donde también recogió elementos debido a que estuvo en el país durante seis años ante la primera Guerra que impidió que regresara a su país, por lo que se espera lograr una entrega total de los elementos que Preuus  saqueo.

Una de las integrantes de la veeduría de repatriación es Quilqa Tamaya, caminante del pueblo Yanakona  del territorio Wakakallu, quien manifiesta que recuperar la colección lítica que se encuentra en Berlín es acto de volver al territorio que permite restaurar y armonizar el territorio, es un equilibrio entre lo natural, cultural y espiritual, llevársela fue una fisura, una herida que quedó en el territorio. Para las comunidades indígenas más que piezas o piedras, las estatuas son gente y guardianes de la memoria, son considerados una biblioteca que hay que prender y saber leer, conecta con la tierra, el cosmos y con nosotros mismo, poder recuperarlas significa recuperar parte de la esencia, va a permitir narrar y que regresar al lugar de donde consideran nunca debieron irse, que es el corazón del macizo colombiano.

Por su parte, para los integrantes del territorio Wakakallu pueblo Yanakuna  se espera que una vez logren el proceso de retorno de las estatuas, se logre una sanación profunda. Una vez lleguen a San Agustín deben estar  juntas y en un espacio que corresponda a la cosmovisón  de los pueblos indígenas , un lugar donde todos pueda sanar y reconectar con el ser y el territorio. Además de la armonización y sanación para la comunidad de San Agustín, es un acto de justicia y recuperar la dignidad para volver a darle valor a las raíces indígenas.

“Como comunera del territorio Wakakallu  e integrante de la veeduría de la repatriación el llamado a las personas con las que cohabitamos y convivimos en este territorio es a la reflexión y esa reflexión debe conducirnos a la acción, las raíces que están legadas en piedra, las raíces que están escritas en esas esculturas en esa gente de piedra, son las que permiten fundamentar nuestra identidad y conocerlas a ellas entenderlas a ellas es entendernos a nosotros quiénes somos y qué esperamos de nuestro territorio”, dijo Quilqa Tamaya.

No solo la veedurías, comunidades indígenas y los habitantes están a la espera de la repatriación de las estatuas, el Huila y Colombia espera lograr traerla de vuelta.

"Yo invito a mis compañeros, amigos, agustinenses, huilenses y colombianos es a reconectarnos nuevamente con nuestras con nuestra historia y entender que este proceso de recuperación y del retorno de las abuelas no es una causa que solo sea nuestra de los pueblos indígenas", puntualizó Tamaya.

El municipio de San Agustín es uno de los destinos más visitados en el Huila, sus riqueza arqueológica, paisajes, cultura y el misterio lo convierten en un visita obligada en Colombia y el Huila. 

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